Este avión de reconocimiento francés se desarrolló antes de la guerra como una modificación con ala parasol de los Type G / Type H anteriores y voló en el verano de 1913. Era más bien malo y sus tripulaciones no le tenían mucho cariño. Pero es famoso por ser el primero en utilizar con éxito una ametralladora disparando a través de la hélice para derribar un avión enemigo.
Esta réplica exacta de un Type L fue construido durante 6 años por antiguos empleados de la Morane-Saulnier y donado a la Experimental Aircraft Association en 2017. Oshkosh, USA, 2019.
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Monsieur Roland Garros, el famoso piloto francés, vio pronto que la mejor manera de derribar boches era disparando con una ametralladora hacia delante, en la misma dirección de vuelo del avión. Pero estaba el problema de disparar a través de la hélice. Con el ingeniero de la firma Monsieur Raymond Saulnier se pusieron a finales de 1914, ya metidos en la I Guerra Mundial, a diseñar un sistema que interrumpiera el tiro justo cuando una pala de la hélice pasara por delante del cañón.
El avión es efectivamente como un Type H pero con el ala puesta más arriba (para que viera mejor el piloto). No lleva alerones, todavía utiliza el sistema de torsión alar con cables.
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Como el sistema no funcionaba ni a tiros, Garros inventó algo mucho más simple y crudo: instaló deflectores, unos simples triángulos con canales de acero en la parte de dentro de las palas. La ametralladora disparaba sin más. Si una bala coincidía con la pala, el canal la "escupía" hacia fuera sin dañarla. En abril de 1915 Garros derribó el primer avión con el nuevo sistema en un Type L.
El propio Garros fue derribado y capturado por los alemanes poco después. Su avión con el novedoso sistema se lo mostraron a Anthony Fokker. Éste debió mover la cabeza pensando lo brutos que eran los franceses e inventó un sistema mecánico de interrupción del tiro mucho mejor. El nuevo sistema se instaló en su Fokker Eindecker... que no era más que una copia de un Morane Saulnier H. Y a partir de agosto de 1915 empezaron a barrer a los aviones aliados en el famoso "azote de los Fokker". Ironías de las guerras.
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