Después de la II Guerra Mundial, Francia se puso a reconstruir su maltrecha marina militar
(hundida en parte por los ingleses y en parte por ellos mismos), para recuperar
la condición de potencia y afrontar
las numerosas guerras que se les venían encima. Para empezar a desarrollar la aviación naval, compraron, alquilaron o
recibieron 4 portaviones pequeños,
dos británicos y dos yanquis, que equiparon inicialmente con aviones del mismo
origen.
Dos Étendard IV M de visita en la base de la Royal Air Force St Mawgan.
Cornualles, Inglaterra, 1979.
|
En los años 50, Francia encargó
dos portaviones grandes: el Clemenceau y el Foch. El Dassault
Étendard (estandarte) fue el cazabombardero pensado para operar en
ellos, el primer reactor naval hecho en
Francia.
Curiosamente, el Étendard fue
inicialmente propuesto en 1953 como caza
ligero para el Ejército del Aire
francés y también para la OTAN.
Desarrollados a partir de la familia Mystère
y con las lecciones de la guerra de Corea muy presentes, los aviones no
convencieron. Pero los de Dassault porfiaron, hicieron un nuevo desarrollo para
la marina y esta vez sacaron un
avión mucho mejor que se convertiría en el Étendard.
El prototipo voló en 1958.
La colección Ailes Anciennes
de Toulouse tiene el nº 06 de preserie, muy necesitado de una restauración.
Se puede ver el gancho de apontaje extendido y los planos plegados.
|
La clave, como casi siempre, era
instalar más potencia. Las versiones
de serie llevaban un turborreactor ATAR
8, una versión sin postcombustión del motor del Mirage, de 4.300 kg de empuje. Que, ironías de la historia, habían
desarrollado ingenieros alemanes a
partir de uno de los primeros motores de este tipo de la segunda guerra
mundial, el BMW 003.
El Étendard IV P (de Photo) era la versión de reconocimiento, que tenía
el morro más fino y cámaras. Chateau de Savigny-les-Beaune, Borgoña, Francia,
2014.
|
Sólo se hicieron 90 Étendard de
serie, 69 de la versión de ataque
(Étendard IVM) y 21 de la de reconocimiento (Étendard IVP). Pero resultaron unos aviones muy buenos, con una
larguísima vida operativa. Los primeros entraron en servicio en el Foch en 1962. Los últimos 6 aviones de
reconocimiento se retiraron en 1991 (¡!).
Este sí que es el auténtico Étendard IV M nº 60 de serie. Chateau de
Savigny-les-Beaune, Borgoña, Francia, 2014.
|
Cómo máquina de guerra que es, no
me agrada. Pero no quita para ser un avión elegante,
estilizado y bonito. Además de maniobrable, rápido y apreciado por sus
pilotos. Sobre todo éste,
que debió quedar contentísimo de volver al portaviones de una pieza (él, no el
avión, que como verán quedó algo
perjudicado).
No hay comentarios:
Publicar un comentario