sábado, 2 de abril de 2016

Seabee

Este cacharro que les muestro me parece absolutamente encantador. El Republic RC-3 Seabee ("abeja de mar", nombre que se refiere a un cuerpo de constructores de la marina de los Estados Unidos) me parece el avión de turismo perfecto: anfibio, cuatro plazas, sólido, STOL, y vamos a decir que más original que bonito. Me encantaría tener uno. Desgraciadamente por aquí no dejan operar en hidroaviones privados. Y por otra parte uno te puede costar del tipo de 200.000 dólares, que no está mal para un avión de 70 años.

Un Seabee en la Columbia Británica. Canadá, 1996.

Pero como soñar es gratis, imagínenselo: Uno se va al aeródromo con 3 amigotes y una cesta con la merienda. Despegas, viajas, y tomas en esa cala. O en ese embalse rodeado de bonitos montes. El avión perfecto para hacer un viaje por el Mediterráneo...

Es absolutamente vital acordarse de bajar el tren para tomar en tierra y de subirlo para tomar en el agua. Si lo haces al revés, del aterrizaje en tierra sales con una bonita reparación, y del amerizaje a lo mejor no lo cuentas. Cradle of Aviation Museum, Garden City, Estados Unidos, 2015.

El avión se lo debemos a Percival Hopkins Spencer, un hombre que entre otras cosas aprendió a volar él solo con 17 años (en 1914) y que siguió volando hasta la impresionante edad de 91 años. Su padre fue el inventor de, entre otras cosas, el rifle de repetición. Spencer llevó su diseño de "Coche del aire anfibio" a la Republic Aviation, que tras un proceso de simplificación estructural comenzó a fabricar los Seabee en 1946. La compañía creía (como otras, y se equivocaron) que tras la guerra los pilotos comprarían miles de aviones para volar por placer. Republic construyó la friolera de 1.060 Seabees hasta 1947. Quedan muchos en vuelo, y quién sabe...

El Seabee tiene puertas en la proa para las maniobras de atraque, y puertas normales un poco más atrás para entrar en la cabina.

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