martes, 19 de marzo de 2024

Sparviero

Me parece que los italianos no consiguieron gran cosa en la Segunda Guerra Mundial, más que calamidades y ser invadidos (dos veces) para sufrir un destrozo miserable. Si es que alguien consiguió algo, claro, que es otra reflexión. Pero el hecho es que durante la época fascista se desarrollaron armas que se probaron en la Guerra Civil Española y luego se usaron en la Segunda Guerra Mundial. Una de ellas fue este en su tiempo espectacular trimotor, el Savoia-Marchetti SM.79 Sparviero (Gavilán). 

 

Conservo algunos fascículos semanales de una colección llamada La Segunda Guerra Mundial. El nº 18 lleva por impactante título ¡Malta no se rinde! Costaba 15 pesetas y estaba publicado en Madrid en 1967 por la editorial Codex (a su vez parece que con derechos de las editoriales Codex de Buenos Aires y Picadilly Press and News Services International Corporation de Montevideo, ambas de 1965). Se describía la defensa de la isla y la guerra en el norte de África. Al final había una descripción del SM 79 y en la contraportada la imagen de 3 vistas del avión que les muestro. Nada parece quedar de esas editoriales.

 

La idea original era crear un avión de pasajeros (y carreras) muy rápido. Para ello el ingeniero Alessandro Marchetti se basó en sus anteriores aviones de transporte y bombardeo S.73 y SM.81, pero con tren retráctil. Los militares vieron enseguida el potencial del avión. Voló por primera vez en 1934 y enseguida empezó a batir récords. Resulta curioso que los motores que llevó con los italianos (Alfa Romeo 125 y sus sucesores, y Piaggio P.IX / P.XI) descienden en definitiva del motor radial británico Bristol Jupiter (¡!).

 

Sólo quedan dos Sparviero completos, y los dos proceden de la Fuerza Aérea del Líbano (¡!). El que les muestro se construyó en 1942 y participó en varias misiones de combate con la Regia Aeronautica fascista. Con el armisticio pasó a las fuerzas italianas cobeligerantes aliadas, y al final de la guerra a la nueva Aeronautica Militare. En 1949 Líbano compró un lote de 4 y estuvo en servicio hasta 1959. Posteriormente donaron dos a Italia, éste vino al Museo en Trento en 1993, conservando los colores libaneses. Italia, 2018.

 

El Sparviero se convirtió pronto en un instrumento de la propaganda estatal y un icono de prestigio de la Italia de Mussolini. El despliegue por la Aviazione Legionaria en la Guerra Civil Española (en el bando sublevado), primero en Baleares y luego progresivamente en otros frentes, le dio una fama de muy rápido, muy letal, y que no necesitaba escolta de cazas. De hecho el avión podía volar a más de 400 km/h, bastante más que los Chatos republicanos, aunque no de los Moscas. En ese momento era claramente de lo mejor que había en el mundo.

 

Del otro avión no conozco la historia detallada. Pero es probable que sea parecida. A partir del armisticio de finales de 1943 sólo se fabricaron un puñao de Sparvieros y en todo caso ninguno después de 1945. Este aparato que se vendió a Líbano en 1949 volvió a Italia y se pintó como uno de los aviones de Carlo Enmanuele Buscaglia, uno de los pilotos italianos más famosos de la guerra, al que acreditaron el hundimiento de 100.000 toneladas de barcos aliados (¡!) con las versiones torpederas del Sparviero. Fue derribado y hecho prisionero. Tras el armisticio Buscaglia pasó al bando aliado (¿se imaginan el lío mental del gachó?) y desgraciadamente murió en 1944 al estrellarse en un Martin Baltimore yanqui. Museo Storico dell'Aeronautica Militare, Lago Bracciano, Italia, 2008.

 

El avión utiizaba la técnica clásica de construcción, con fuselaje en tubo de acero y alas de madera. Tanto futuros aliados como adversarios se habían pasado ya a la construcción metálica con revestimiento portante, pero el caso es que los tres motores de 780 - 1.000 HP y el cuidado diseño lo hacían un chisme muy capaz. Los italianos lo convirtieron en su principal bombardero. De hecho es probablemente el avión italiano más conocido de la Segunda Guerra Mundial.

 

Vean los carenados NACA de los motores radiales con los escapes integrados, y los dos enormes torpedos bajo el fuselaje.

 

A pesar del más bien despectivo apodo (Il gobbio maledetto = maldito jorobado), por el carenado redondeado tras la cabina que alojaba ametralladoras, el avión era sin embargo apreciado por sus tripulaciones. Aunque fue usado en misiones de bombardeo (algunas impresionantes, como por ejemplo a Gibraltar), lo que más fama le dio fue su uso como torpedero contra los ingleses en el Mediterráneo.

 


Aunque está subido por encima del suelo, es evidente el gran tamaño del avión en comparación con los dos cazas situados a cada lado. Arriba, bajo el ala izquierda, un FIAT G55 Centauro. Abajo, bajo el ala derecha, un Macchi-Castoldi MC 202 Folgore. Ambos eran muy buenos, pero los italianos no tenían la capacidad industrial para aguantar la guerra.

 

Los italianos empezaron a usarlos en 1940 de una manera muy poco sistemática. Aunque supuestamente llevaban años experimentando, los Aerosilurante comenzaron sus ataques sin miras específicas, ni sobre todo tácticas adecuadas. Parece que confiaban sobre todo en el superior espíritu guerrero de las tripulaciones... pero con la práctica iban a conseguir algunos éxitos.

 

El Sparviero era un avión grande y pesado, pero al parecer muy ágil y agradable de pilotar, para su tamaño. Tenía 16 metros de largo, 20 de envergadura y pesaba más de 10 toneladas al despegue (¡!), pero se podía revolver bien, y de hecho también derribó cazas aliados con la ametralladora de la joroba. Vean los grandes flaps y la cola arriostrada con cables.


De nuevo tiene su ironía que los torpedos eran... también ingleses (¡!). Sobre el papel podía llevar dos de 876 kilos, pero en la práctica solían llevar uno. Los ataques debían ser escalofriantes, para ambos bandos. Desde el punto de vista de los del avión, había que lanzarse hasta ponerse a muy baja cota (40-100  metros sobre el agua) y lanzar el pepino hasta a 300 km/h de velocidad máxima, a una distancia de entre 500 - 1000 metros del barco que querían hundir. 

 

Puede que con tiempo, paciencia y dinero volvamos a ver un tercer Sparviero reconstruido. MM.23881 salió cerca de la costa este de Libia en abril de 1941 en una misión de torpedeo a Creta. A la vuelta se perdieron miserablemente, adentrándose 500 km en el desierto,  y aterrizaron de emergencia en medio de la nada. Uno de los tripulantes llegó a caminar 90 km para buscar ayuda pero no lo logró... sus restos se encontraron en 1960 y poco después el avión. Al parecer los restos siguen allí, pero un fuselaje y 3 motores de otro avión,  que se utilizaron para recrear la escena de 2010 a 2016 en el Museo Volandia, están en restauración.

 

Naturalmente los británicos que iban en los barcos les disparaban con todo lo que tenían (¡!) y por supuesto si tenían cazas disponibles los lanzaban contra los aviones italianos. Pónganse por un momento en la piel de los que iban en el avion. Y por otro instante, en la de los que iban en el barco. Glup. Por otra parte los torpedos fallaban mucho... hasta el punto que se habló de sabotaje. Puede que simplemente fueran poco fiables. 

 

El panel de instrumentos de un SM.79. Vean que en el centro están los controles del motor con tres instrumentos para cada uno de los motores: de arriba a a bajo, cuentavueltas (RPM máximas 2.400), indicadores de presión y temperatura. Abajo se ven cuatro juegos de 3 palancas para la calefacción de carburador, los gases, supongo qu el paso de las hélices y la mezcla. Abajo del todo, selector de combustible. Delante del comandante y segundo, los instrumentos de vuelo (reloj, variómetro, bastón y bola, anemómetro, altímetro y brújula). Me encanta el enorme compás, casi de barco, en lo alto del panel. Museo Volandia, cerca de Milán, 2022.

 

Cuando uno lee los resultados de todo ese esfuerzo, en los años 1940, 1941, 1942 y 1943 (cuando se firmó el armisticio), hay efectivamente unos cuantos barcos hundidos. Que totalizan unos 10 barcos y 30.000-40.000 toneladas al año... una parte mínima de lo que se estaba yendo al fondo ccon los submarinos en el Atlántico: el peor año, 1942, fueron 1.155 barcos, y más de 6 millones de toneladas (¡!). A cambio, al final del período un Sparviero duraba de media tres misiones antes de ser derribado (¡!).

 


Alas de madera, pero de diseño avanzado. Vean los slats automáticos de borde de ataque, los flaps y los alerones.

 

Como otros aviones italianos, los Sparviero además de volar en la Regia Aeronautica fascista también volaron en la Repubblica Sociale Italiana, el estado títere de los nazis, con la Aviazione Cobelligerante Italiana al lado de los aliados, y en la posguerra con la nueva Aeronautica Militare. Menudo barullo. Cuatro fuerzas aéreas. El avión estuvo en servicio hasta 1952.

 

En la joroba y apuntado hacia delante, se ve el cañón de la ametralladora. Más atrás había otra en montaje orientable para el artillero.

 

Además de italianos, el avión se vendió a Yugoeslavia previo a la guerra. La mayor parte se perdió en la invasión alemana. El avion también se vendió a Rumanía, aliados del eje en la guerra. Los rumanos además los construyeron en versión bimotor con motores alemanes Junkers Jumo 211 y los utilizaron en el frente ruso, donde se perdieron la mayor parte.

 

De nuevo los dos torpedos. Iban colgados bajo el fuselaje. No dentro en la bodega de bombas (de la que se ven las puertas abiertas), que estaba pensada para artefactos mucho más pequeños dispuestos verticalmente.

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