martes, 12 de marzo de 2024

Nieuport 10 y 11

Una buena parte de los aviones fabricados por la firma francesa Nieuport en la Gran Guerra son característicos sesquiplanos con los montantes que unen las alas en forma de "V". Aunque creada por los hermanos Édouard y Charles de Niéport (y conocidos como Nieuport), la "cabeza pensante" fue el ingeniero Gustave Delage, desde 1914 hasta 1932. 

 

El Nieuport 11 fue uno de los aviones más fabricados de la Gran Guerra. Se hicieron 7.200 (¡!). Y sólo queda éste (¡!). Vean lo pequeñas que son las alas inferiores en comparación con las de arriba. En el fabuloso Museo del Aire de Le Bourget. París, Francia, 1993.

 

Delage quería combinar las mejores cualidades de biplanos y monoplanos. Los primeros son más resistentes, compactos y estables, y los segundos más rápidos. Un sesquiplano es un biplano con las alas inferiores muy pequeñas en comparación con las superiores, que pretende esa combinación. Su primer diseño para Nieuport fue el Nieuport 10 de 1914, un avión originalmente pensado para las carreras, pero que rápidamente se puso en servicio como avión de reconocimiento al empezar la guerra ese mismo año.

 

No he podido encontrar cuántos Nieuport 10 se hicieron, pero también fue fabricado en cantidad. Se cree que cosa de unos 1.000 (incluidos 240 en Italia por Macchi). En todo caso, menos que Nieuport 11. Curiosamente quedan tres originales. En el Museo della Scienza Leonardo da Vinci de Milán tienen éste, fabricado en Italia, que fue utilizado como avión de pruebas con la matrícula civil I-BORA. Italia, 2012.

 

El Nieuport 10 era un biplaza de observación, pero muchos fueron usados como cazas monoplazas poniendo una ametralladora en el plano superior. El famoso as Georges Guynemer voló en varios de ellos. Estos aviones inicialmente eran buenos, pero su relativo gran tamaño (18 metros cuadrados de superficie alar) y baja potencia (un motor rotativo le Rhône 9C de 80 HP) les hizo quedarse obsoletos en poco tiempo.

 

En la fabulosa colección de Old Rhinebeck tienen un Nieuport 10. En realidad es un Nieuport 83 E.2, una versión de entrenamiento biplaza que trajo el famoso Charles Nungesser a los Estados Unidos en 1924 para trabajar en las películas (¡!). Vean la insignia que Nungesser utilizó en la guerra, con el corazón negro, la calavera y las tibias. El avión estuvo en vuelo de 1987 a 1990. Old Rhinebeck, USA, 2015.

 

Delage diseñó una versión más compacta monoplaza del avión, el Nieuport 11, que voló en enero de 1916. De hecho se le conocía como "Nieuport de 13 metros" por la menor superficie alar. Inevitablemente pasó a ser conocido como "Bébé" por comparación con el anterior. Con el mismo motor, menos peso y muy buena maniobrabilidad, el pequeño avión se hizo con la superioridad aérea ese año, acabando con el "azote de los Fokker". Y eso que seguía sin tener una ametralladora sincronizada. Aunque difícil de volar por la poca masa y el par generado por el motor rotativo, los pilotos que sabían dominarlo les devolvieron las suyas a los Fokker. Algunos llevaron un armamento de cohetes en los montantes que eran poco más que atracciones de feria (¡!).

 

El pequeño bebé tenía cosas muy originales. El diedro del plano inferior se podía ajustar según el peso y los diferentes motores. Esta es una réplica construida en 2003 que se conserva en el museo de la EAA en Oshkosh. USA, 2019.

 

Volar una cosa de éstas debía ser la leche. Aunque teóricamente un juguete sencillo, con muy bajo peso vacío (320 kilos), y una velocidad máxima de sólo 160 km/h, debía ser una bestezuela difícil de pilotar, por llevar el motor rotativo. La ametralladora única montada en el plano superior para disparar por fuera del arco de la hélice tampoco era nada fácil. Se disparaba tirando de un cable de acero (¡!). Y cuando se acababan las balas había que ponerse de pie en la cabina y cambiar el tambor de la munición (¡!). Imagínense el numerito en mitad de un bonito combate con otros aviones.

 

Le Vieux Chalrles es otra réplica de un Nieuport 11 con el aspecto de uno de los aviones del as Guynemer. Que seguiría llamando a sus aviones así el resto de la guerra. Technik Museum Sinsheim. Alemania, 2019.

 

El Nieuport pronto quedó desfasado. Los alemanes al principio incluso pensaron en copiar el avión, pero pronto sacaron nuevos diseños superiores. Los propios franceses no tardarían en sacar nuevos cazas mucho más capaces. Sin embargo el Bebé continuó volando el resto de la guerra en otros cometidos, fundamentalmente como entrenador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario