jueves, 6 de enero de 2022

Spitfire (3)

La Batalla de Inglaterra (la de verdad) 

Con la ventaja que da el tiempo, vamos a situarnos en el sur de Inglaterra, en el verano de 1940. La muy famosa Batalla de Inglaterra fue la primera campaña militar casi exclusivamente aérea. Previamente las batallas habían tenido siempre algún componente terrestre o marítimo. ¿Por qué este cambio? Porque por primera vez era decisivo tener el dominio del aire. Para la Alemania nazi, significaba poder invadir Inglaterra... o no, ver luego. Para Inglaterra, significaba... que no les invadieran, claro. No seguir la triste suerte de Austria, Checoeslovaquia, Polonia, Dinamarca, Noruega, Países Bajos, Bélgica y Francia, en lo que aparentemente había sido un paseo militar.

 

El Spitfire más antiguo que se conserva es un F Mk.Ia de 1939, el nº 155 construido, K9942, de la primera serie hecha por Supermarine. Lleva un Merlin II y voló en la Batalla de Inglaterra, muchas veces pilotado por James B. Nicholson, el único oficial del mando de cazas en conseguir la Cruz Victoria. Museo de la RAF en Cosford. Inglaterra, 2018.


En sólo tres meses y medio (del 10 de julio al 31 de octubre), la Luftwaffe nazi por un lado y la Royal Air Force (RAF) por otro (también la Fleet Air Arm, aunque menos) se enzarzaron en una lucha en la que en último caso los alemanes "se dieron". Para algunos historiadores esto fue un momento decisivo en la guerra. Para otros, y esto es curioso, no. La inflexión había sido antes, con el cambio de gobierno en Gran Bretaña. Una vez que Churchill dijo que a seguir luchando, la cosa no estaba perdida (tampoco ganada, claro), pero nunca más estuvieron los nazis tan cerca de hacerse con el poder total en Europa. Yo más bien estoy con los segundos.

 

Aunque en esta foto hay una mezcla de Spitfires de varios modelos y épocas, muestra el aspecto que tendría desde tierra un escuadrón nada más despegar para enfrentarse a los alemanes. Duxford, Inglaterra, 2018.


Parece ahora claro que los nazis y más en concreto Hitler más bien esperaban no invadir Inglaterra. La Royal Navy era demasiado enemigo y cruzar el canal demasiado complicado, incluso con supremacía aérea. Aunque se prepararon para hacerlo, lo que en realidad querían era en el mejor de los casos provocar una rendición, o de manera más realista un armisticio (yo hago lo que quiero en Europa, a cambio, no te invado). 

 

El equipo de demonstración de la Royal Air Force Battle of Britain Memorial Flight vuela varios aviones históricos. Los tres de la foto son posteriores a la Batalla. El Spitfire es un Mk.Vb, AB910, construido en 1941, que estuvo sin embargo en varios fregaos famosos, como el Raid de Dieppe y los desembarcos del día D en Normandía. Farnborough Air Show, Inglaterra, 2018.


El caso es que a partir de mediados de julio los alemanes empezaron a atacar la costa, y a partir del 1 de agosto a intentar la supremacía aérea sobre la RAF. Oleadas de bombarderos alemanes Dornier 17Junkers 88 y Heinkel 111 intentaban machacar los aeródromos ingleses, incluidos los ataques en picado de los Stuka contra instalaciones de radar y otros blancos. Para protegerlos, cazas pesados bimotores Messerschmitt 110 y ligeros monomotores Messerschmitt 109 se enfrentaban a los cazas británicos Hurricane y Spitfire. La relación de fuerzas era de más o menos 1.000 cazas británicos contra unos 2.500 aviones nazis.

 

Un Spitfire Mk.Ia de 1940 X4650 (actualmente G-CGUK) escolta a un bombardero medio Bristol Blenheim de la misma época. Inglaterrra, 2018.


Los alemanes descubrieron - amargamente - muchas cosas. La fundamental es que los británicos lucharían hasta el final. Y luego otras, operacionales pero importantes. Por ejemplo, que sus cazas pesados 110 no conseguían gran cosa. También que sus cazas ligeros Messerschmitt 109 eran estupendos, en condiciones de igualdad con los Spitfire, pero siempre estaban pendientes del combustible y por tanto no tenían tiempo para enfrentarse eficazmente. Y un error fatal: cuando cambiaron la estrategia y empezaron a bombardear ciudades (esto produce un terror insuperable en la gente - ya lo habían hecho en Madrid en la Guerra Civil Española), no llevó a la rendición. Más bien lo contrario, aumenta la determinación de resistir.

 

De nuevo el Battle of Britain Memorial Flight. De los seis Spitfire que  tienen, sólo uno voló realmente en la Batalla de Inglaterra, un Mk.IIa. Aquí se ve el Spitfire LF Mk.IXe, MK356, de 1944, escoltando el Avro Lancaster PA474 (que también es posterior, de 1945). Air Tattoo, Fairford, Inglaterra, 2014.


Ya les he contado que el peso de la batalla lo llevó el Hurricane. El Spitfire fue menos decisivo, pero se llevó el papel del señorito. Tanto ingleses como alemanes lo consideraban mucho mejor - no lo era tanto. Es verdad que la ventaja de velocidad llevó a dirigirlos contra los cazas, menos contra los bombarderos. En realidad las ventajas contra el Messerschmitt 109 eran marginales. Un piloto bueno nazi en un 109 podía acribillar a un Spitfire. Lo mismo que al revés. 

 

Este Spitfire F Mk.Ia, X4650, (G-CGUK) es de 1940 pero no llegó - por un pelo - a la Batalla de Inglaterra, ya que voló por primera vez el 25 de octubre. Duró poco ya que se estrelló en vuelo con otro avión en diciembre (¡!). Se recuperaron los restos en 1976 y volvió a volar en 2012. Duxford, Inglaterra, 2018.

 

Spitfire en guerra

 

Se necesitan muchos metros de estantería para guardar los miles de libros que hay sobre el Spitfire. No les cuento de sus muchas operaciones bélicas. Los pilotos de Spitfire eran héroes -  que podían estar muertos al día siguiente. No sé si individualmente les compensaba volar en un maquinón tan espectacularmente potente, rápido y maniobrable. En su época era ciertamente de lo más, y quitados los cazas a reacción posteriores, pocos aviones hay que den esas sensaciones. 

 


Arriba. Qué bonito. Este Spitfire LF Mk.IX C (N959RT) se construyó en 1944 en la factoría de Castle Bromwich, que sería la que más Spitfires fabricaría (más de 12.000). Va pintado con las "bandas de invasión", en la que realmente participó en junio de 1944, con un escuadrón polaco. Actualmente lo mantienen en vuelo en el Texas Flying Legend Museum. Oshkosh, USA, 2019.

Abajo. La cabina del mismo avión. El Spitfire no tenía puño en la palanca, como la mayor parte de los cazas, sino "spade" (mango de pala). Vean el curioso agarre circular con el botón de las armas. Se ven también los dos juegos de pedales, los de arriba se utilizaban para combate y los de abajo para ir más relajado. El cacharro negro grande y redondo del lado derecho es para accionar el tren retráctil. Oshkosh, USA, 2019.


El peaje para los "afortunados" era que había que "matar a los hombres jóvenes del enemigo", según dijo el jefe máximo de la RAF, Hugh Dowding, en la Batalla de Inglaterra. Tras el verano del 40 los Spitfire siguieron luchando en todas partes. En la europa continental, en Rusia, en el Mediterráneo, y en el pacífico. De interceptores de corto alcance pasaron a ser aviones de reconocimiento rapidísimos y desarmados. Hicieron de caza nocturno, de caza embarcado (llamados Seafire, no envidio nada a sus pilotos), de caza libre, de caza de altura y de baja cota, de cazabombardero y otras muchas funciones. 

 

Los primeros Seafire (Spitfire marinos) eran Spitfire Mk.Vb con alguna modificación: gancho de apontaje y poco más. Progresivamente fueron mejorando y adaptándose a la operaciones en portaviones. Este Seafire F Mk.XVII de 1945, SX 137, lleva ya un motor Griffon, alas plegables y reforzadas, y más combustible. Debía ser una pesadilla aterrizar uno en un portaviones con el tren estrecho y el peazo de morro. Los pilotos preferían los cazas navales yanquis como el Hellcat. Museo de la aviación naval. Yeolvilton, Inglaterra, 2010.


Si quieren hacerse una idea de la vasta experiencia bélica del avión, miren por ejemplo aquí. Muestra como el avión se fue adaptando a cada nueva amenaza. Fueron la tira: el Messerschmitt 109 de la Batalla de Inglaterra, la introducción del Focke-Wulf 190 a finales de 1941, los cazas Macchi italianos en el norte de África, los japoneses en India, Birmania y el suroeste del Pacífico y otras muchas... Los propios nazis llegaron a utilizar Spitfires capturados (¡!), aunque no está documentado que en combate.


 

Arriba. Una estampa que no sé si se dio alguna vez en la guerra: un Spitfire rodeado de 3 cazas nazis volando en formación. Los "Messerschmitt 109" son Hispano Aviación 1112 Buchón. El Spitfire es  un FR Mk.XVIIIe (G-BUOS) de 1945 que no participó en la Segunda Guerra Mundial.

Abajo. El Spitfire anterior aterrizando delante del Douglas DC-6 de Red Bull. Inglaterra, 2018. 


La Batalla de Inglaterra (la película)

 

Esta película de 1969 dirigida por Guy Hamilton intenta reflejar los hechos históricos de 1940. En su momento fue una carísima superproducción, con un montón de estrellas de cine (Laurence Olivier, Trevor Howard, Michael Caine, Christopher Plummer, Robert Shaw...) y unas escenas de vuelo espectaculares, a una escala que no se había hecho hasta entonces. 

 

En la Batalla de Inglaterra de verdad no participaron versiones Mk.V ni Spitfire con las alas recortadas. Pero éste Spitfire LF Mk.Vb (G-LFVB) de 1942 fue uno de los que se rescató para la película - hacía de "guardia de entrada" en una base aérea y se puso en vuelo. Duxford, Inglaterra, 2018.

Vista hoy creo que resulta un poco pesada, salvo que seas aficionado a la aviación. En ese caso, las escenas de vuelo reales con Spifires, Hurricanes, "Messerschmitt 109" y "Heinkel 111" son de lo mejorcito del género bélico. Resulta curioso que todos ellos llevaban motores Rolls-Royce Merlin: porque los "109" eran en realidad Hispano Aviación 1112 "Buchón", versiones españolas del caza Messerschmitt 109G construidas en la posguerra con el motor inglés. Y los "111" eran bombarderos CASA 2111, también versiones españolas del Heinkel 111H de la posguerra, igualmente con dos Rolls-Royce Merlin.

 

Este Spitfire Mk.II es de pega. Se hizo en 1968 para la película, en madera y fibra de vidrio, probablemente para ser destruido en las convincentes escenas de los ataques alemanes. Pero sobrevivió y se conserva en un museo. Norfolk and Suffolk Aviation Museum. Inglaterra, 2018.


Los productores tuvieron que localizar, arreglar y en algunos casos poner en vuelo 27 Spitfires y 6 Hurricanes recuperados de museos, glorietas, coleccionistas y otros sitios raros. Para los aviones "nazis", la cosa resultó más fácil: el Ejército del Aire español todavía tenía en vuelo 32 bombarderos CASA 2111 y 27 cazas de hélice Hispano Aviación HA 1112 Buchón. Eran producto del aislamiento de la España de Franco en los años 40 y 50 (¡!). Muchas de las escenas rodadas en lo que parecen verdes campiñas inglesas o francesas, o el Canal de la Mancha, son en realidad campos de Sevilla o playas de Huelva... (¡!). Además se utilizaron varias réplicas y modelos de radio-control para ser destruidos y/o estrellados.

 

Otro avión recuperado para la película que no se corresponde a los que volaron en la batalla real. Este Spitfire LF Mk.IXb (G-ASJV) es de 1943. Se ha utilizado en un montón de películas desde entonces. Duxford, Inglaterra, 2018.


En todo caso, la película sirvió para recuperar varios de los Spitfire, Hurricane y "Messerschmitt 109", muchos de los cuales están en vuelo en la actualidad. Desgraciadamente, no queda ningún "Heinkel 111" en vuelo.

 

En el Museo de la RAF en Hendon conservan este Spitfire F Mk.Vb de 1941, que no participó en la Batalla de Inglaterra, pero sí en la película, para la que fue restaurado. Se parecía razonablemente a los Spitfire Mk.I de 1940. Londres, 2016.

 

Volar en un Spitfire

 

¿Me gustaría volar en un Spitfire? Pues... aunque pueda parecer raro, no especialmente. Y eso que es posible, no hay más que poner la pasta. La vía fácil y relativamente barata es volar en alguno de los raros biplazas que quedan en vuelo. A partir de 3.000 británicas libras te dan una vuelta por los paisajes de la Batalla de Inglaterra.

 



Arriba. Aunque se hicieron algunas conversiones biplaza de Spitfire durante la guerra, las "oficiales" se hicieron después, cuando se modificaron de fábrica varios Mk.IX a TR Mk.IX (tipo 509) para India e Irlanda. De estos últimos han sobrevivido varios, como este Spitfire Tr.9, PV202, (actualmente G-CCCA) que se construyó como LF Mk.IX en 1944, se convirtió a TR Mk.IX en 1950 y se vendió a Irlanda en 1951. Duxford, Inglaterra, 2018.

En medio. Otro biplaza TR Mk.IX,  G-CTIX tuvo una vida muy azarosa luchando en Italia, Yugoeslavia y Austria, pasando por la fuerza aérea italiana, posteriormente e la israelí y terminando en un vertedero de un kibbutz. En su etapa tras la restauración en 1987 también ha habido de todo, incluyendo fallos de motor y nuevas restauraciones. Pero aparentemente tiene muchas vidas. Duxford, Inglaterra, 2018.

Abajo. De nuevo G-CCCA aterrizando. Fíjense en la curiosa cabina "bulbosa" del instructor (detrás), supongo que un esfuerzo para mejorar su visibilidad. Vean también los flaps tipo "split" que son casi como aerofrenos.


Si lo que desean es ser dueños y volar como piloto al mando de uno, preparen la cartera. No quedan muchos, y cuando alguno sale a la venta cuestan una fortuna. Piensen en varios millones. Mantener en vuelo uno necesita también mucho dinero, mecánicos muy especializados en motores y sistemas de hace 80 años, y paciencia. Aparte de que para pilotar uno hay que tener mucha experiencia en aviones muy potentes y delicados. Otra posibilidad es volar en una réplica a escala. No es lo mismo, pero son mucho más baratitos, también son bonitos y dan en general el pego. Además hay donde elegir, por ejemplo éste o éste.

 

Otro Spitfire Tr.9, ML 407 (G-LFIX) aterrizando, con un Douglas DC-3 al fondo. Se fabricó originalmente como LF Mk.IX. Motor Merlin 66. Participó en la operación Overlord. Se vendió a Irlanda tras convertirlo en biplaza y gracias a eso se conserva. Duxford, Inglaterra, 2018.

Si no les da para nada de lo anterior, prueben a ponerse en la piel del piloto de uno de estos raros y magníficos aviones. Resulta que el Spitfire no es un ogro come-niños. Dentro de su evidente complejidad parece que es relativamente sencillo de volar (no de aterrizar). Lo cual no sorprende, por el tren estrecho, la rueda de cola y el enorme motor. Me parece que preferiría pilotar un Hurricane o un Mustang

 

Vean que los flaps de este Spitfire Mk.Vb (G-MKVB) en el aterrizaje están casi verticales, generando mucha resistencia. BM597 se construyó en 1942 y voló con dos escuadrones polacos. Duxford, Inglaterra, 2018.


Creo que prefiero verlos como patrimonio aeronáutico y admirarlos en exhibiciones. Pero no me hagan mucho caso. Dada la oportunidad a lo mejor salgo a volar en uno. Ya me lo estoy imaginando.


 

Arriba. Uno de los Spitfire más raros es el Mk.VII (tipo 351), sólo se hicieron 140. Era una versión de alta cota presurizada, con un motor Merlin 64 que llevaba sobrecompresores de dos etapas y dos velocidades. También llevaba alas "puntiagudas" de más envergadura, para aumentar la maniobrabilidd a mucha altura. El techo era de más de 13.700 metros (los llamaban "Strato-Spitfire"). Museo de la USAF, Dayton, 2019.

Abajo. Espectacular. Un fajo de Spitfires en vuelo. Duxford, Inglaterra, 2018.


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