Aunque se parece
mucho, este avión que les muestro abajo a la izquierda no es un Boeing 737.
Es un Dassault
Mercure de la extinta compañía Air
Inter, única que los usó, y un
fracaso en toda regla: sólo se hicieron 2 prototipos y 10 aviones de serie.
Al final de su vida operativa, un Mercure parece mirar con pena a la competencia que le pasa por el morro. Aeropuerto de Barcelona, 1993. |
Y es una pena, porque el
avión era bueno. Más grande y más rápido que su competencia (Boeing 737-100
y 200, Douglas DC-9-30), el avión voló por primera vez en 1971. Tuvo una larga vida operativa de más de 20 años y cientos de
miles de horas de vuelo, sin dar problemas.
¿Qué pasó? Una combinación de factores impidieron su éxito
comercial: la crisis del petróleo de 1973, el corto alcance (1.700 km a plena
carga, objeto de no
pocas bromas) sólo apto para rutas europeas cortas, y la devaluación del
dólar que hizo más competitivos a los Boeing y Douglas, fueron los principales.
Para cuando se propusieron versiones mejoradas, se había perdido la
oportunidad.
También puede ser que no
hubiera llegado el momento. En 1987 voló por primera vez el Airbus 320, que no es el reactor comercial más vendido del mundo (es el Boeing 737 con casi 9.000 entregados y
más de 4.000 pedidos), pero que teniendo en cuenta que apareció 20 años más
tarde, bien se puede decir que les ha
dado bastante en el morrillo a los yanquis (casi 7.000 entregados y más de
5.500 pedidos).
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