jueves, 25 de febrero de 2016

Pacer

Antes de dedicarse a hacer "spam cans" (en traducción libre: "latas de sardinas") de aluminio y ala baja en Vero Beach (Florida), Piper Aircraft hizo miles de aviones como tienen que ser (de ala alta, tubo y tela) en Lock Haven, Pennsylvania. Entre éstos últimos (los aviones realmente guachis) hay dos familias: los de alas cortas y los de alas largas. Y todos ellos descienden de la súper famosa Piper Cub. Éste que les muestro es de alas cortas: una Piper PA-20 Pacer, un buen ejemplo de lo buenos que eran los aviones de los años 50, y de lo poco que evolucionaron, en la mayor parte de los sentidos, sus sucesores de las décadas siguientes.

Esta elegante Pacer es una de las 3 matriculadas en España en 1952. Está impecable con sus (en ese momento) 55 años. Santo Tomé, 2007.    

La Piper Pacer es un avión estupendo. Es bonito, tiene cuatro plazas,  un motor de 125 o 135 CV, vuela en crucero a 200 km/h, y qué más quieres. La supuesta mejora (Piper Cherokee 140) lleva la misma gente, corre igual, pesa más, tiene un motor más grande y pesado que consume más, necesita más pista, y salvo que quizá se puede dejar más tiempo a la intemperie no representa una gran ventaja...

De nuevo a dar una vuelta por la sierra. Santo Tomé, 2007.

Volviendo a la Pacer, tiene en su haber una de las paradojas más curiosas de la historia de la aviación. Sólo se hicieron un puñao: el tren de cola clásico no era del gusto de la gente. Así que Piper puso una rueda de morro, retrasó el tren principal y creó la PA-22 Tri-Pacer. Que es fea como un demonio, pero de la que se vendieron como 7 veces más. Bueno, pues parece que hoy en día puede que se hayan reconvertido más Tri-Pacer a tren de cola que Pacer hechas originalmente... (con lo cual parecen tal cual una Pacer, claro). Toma ya inversión de la historia.

En todo caso, seguro que disfrutaría volando una Pacer.

La Eco Charli Alfa Golf Hotel pasó una temporada de su vida en Guinea. De vuelta en España también hizo trabajos aéreos. Actualmente está encuadrada en la flota de la Fundación Infante de Orleans, aunque figura como participante en demostraciones (es decir, ni es propiedad de la Fundación, ni está en usufructo o cedida). Santo Tomé, 2007.    

En Cuatro Vientos, 2005.    

Esta colorida Tri-Pacer tiene matrícula yanqui, aunque está basada en Holanda y en venta. Friedrichshafen, Alemania, 2017.

Una Tripacer "estándar". El tren triciclo sin duda la hará más fácil de despegar y aterrizar, pero añade peso, resistencia y hace al avión más feo. En todo caso, un clásico. Constanza, Alemania, 2017.

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