viernes, 19 de julio de 2024

Tarragon

El Pelegrin Tarragon (estragón, por la planta) es muy parecido al Blackshape Aircraft PrimeEsto es porque ambos descienden del Millennium Master, que a su vez es un desarrollo hecho en fibra de carbono del Vidor Asso X Jewel de madera. De hecho, es sorprendente que ambos aviones existan, y que el primero sea de una empresa de Letonia. Resulta más fácil de entender que el segundo sea italiano, ya que el avión original es del italiano Giuseppe Vidor y la versión en carbono se preparó en la Universidad de Turín. 

 

Un Tarragon en exposición. Todas las fotos en la feria AERO en Friedrichshafen. Alemania, 2016.

 

No tengo ni idea de cómo llegó a construirse este avión en Letonia, que empezó su carrera algo más tarde que el Prime, en 2010. Ni si compite mucho o poco con el Prime. Pero si tuviera que decidirme por uno u otro, la verdad es que lo tendría muy difícil, porque son prácticamente idénticos en construcción, dimensiones, prestaciones y parece que en precio… (mucho, piensen en unos 300.000 boniatos).

 

Al año siguiente, otro avión en el mismo sitio.

 

La pastuza es porque son aviones realmente modernos y rápidos. Según versiones, con motores Rotax de entre 100 y 141 HP. No sé si tiene mucho sentido llamar “ultraligeros” a aviones que sí, pesan poco (338 kilos vacío), pero que gracias a la aerodinámica moderna, la cabina de burbuja en tándem y el tren retráctil, parecen entrenadores militares en miniatura (menos de 8 metros de envergadura) y pueden volar a 300 km/h en crucero. Esto es bastante más que las avionetas clásicas y casi el doble que la típica avioneta de entrenamiento con potencia parecida.

 

Y al siguiente, de nuevo otro avión.

 

El Tarragon/Prime y el Shark son un poco extremos. Son sin duda bonitos y rápidos. Creo que constituyen una nueva página en la aviación ligera gracias a los materiales, técnicas de construcción y motores modernos. Pero no me atraen. Son muy diferentes a la idea inicial de ultraligero (algo como un Weedhopper o un Chickinox). Demasiada prisa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario