viernes, 22 de mayo de 2020

Archer

Dentro de la extensísima familia de avionetas Piper PA-28, la Archer está digamos en el justo y prudente medio. Es algo mejor que la Cherokee original y que la Warrior de entrenamiento, menos extrema y rápida que la Arrow y con un motor más sencillo y pequeño que la Dakota. Lo que más cerca se puede estar, según el pensamiento yanqui, del avión para todo el mundo y cualquier ocasión. De los que se lo puedan permitir, claro.


Arriba, N2817D despega al atardecer de Oshkosh para volver, parece, a casa. Un avión de alquiler. Solo en USA. 2019. Abajo, una Archer II suiza. Alemania, 2017.

Una medida de lo bueno que es este aparato: se sigue fabricando casi 50 años después del su primer vuelo, y 60 años después del de su antecesor directo, la Cherokee. Porque aunque digan lo contrario, la Piper PA-28 Archer es esencialmente una Cherokee algo mejorada (no mucho), que sigue llevando 4 personas (pero no con todo el combustible y el equipaje), a poco más de 200 km/h reales en crucero económico, y con un motor de gasolina muy tradicional (un Lycoming O-360: una enormidad de casi 6 litros para sólo 180 HP, sencillo y gastador de cara gasolina de aviación: piense en unos 40 litros la hora).

Una Archer II en vuelo de instrucción. Wellesbourne, Inglaterra, 2018.

¿Por qué entonces hay miles? ¿Y por qué se siguen comprando nuevas, aunque cuestan de 400.000 dolores en adelante? Porque se ha convertido literalmente en un estándar de la aviación ligera. Son fiables, seguras, cómodas, predecibles, fáciles de volar, al alcance de pilotos normales y permiten hacer viajes largos (1.000 km con reservas) con relativa sencillez. 

Es primavera y un millón de florecitas amarillas adornan la pista de Constanza. Una Archer II a punto de tomar. Alemania, 2018.

Claro que hay aviones más rapidos, baratos, bonitos, de despegue corto, que llevan más kilos, o lo que Vds. quieran. Pero una Archer es un adecuado compromiso de todo ello, y lo sigue siendo aunque hayan pasado décadas. La combinación de razonable velocidad, capacidad de carga, sencillez de operación y posibilidad de operar en pistas no muy largas sigue siendo buena hoy.

La Archer EC-DKC del Real Aeroclub de Zaragoza en corta final para Santa Cilia. Huesca, 2019.

El precedente directo de la Archer empezó llamándose Challenger en 1972: no era más que una Cherokee 180 con otro nombre. Piper pronto comprendió que era necesario algo más (y también volvió a un nombre "indio"), lanzando la primera Archer (arquero) a los pocos meses: el nuevo avión tenía respecto a la Cherokee el mismo motor, un fuselaje un poco más largo con puerta más grande, alas todavía de cuerda constante aunque de más envegadura, cola con más superficie, más peso máximo y mejoras de detalle.

EC-BYP, una Archer de la primera serie, en el aeródromo de La Cervera (Cáceres) en 1988. Vean las gruesas alas rectangulares de cuerda fija.

La Archer II de 1975 tenía la nueva ala con las secciones exteriores trapezoidales de la Warrior, más elegante y con la que no hay acuerdo sobre si mejora las prestaciones o no (parece que no mucho). En 1978 se añadieron unos bonitos carenados en el tren y de nuevo mejoras de detalle. Este modelo permaneció prácticamente sin cambios hasta 1995.

F-GVOZ es una Archer II: vean las alas con los extremos trapezoidales. Aeródromo de La Cerny (Francia), 2014.

La Archer III de 1995 tiene una pinta reconocible y modernizada gracias al cambio en las cubiertas del motor. Se llaman "axisimétricas" y son más aerodinámicas, con entradas de aire circulares mas pequeñas y carenadas. También se mejoró la aerodinámica del parabrisas. Teóricamente ambas cosas mejoran las prestaciones, pero tampoco mucho. Se cambió el panel de instrumentos y se pusieron como opción interiores lujosos. El panel de interruptores eléctricos del techo le da una sensación de "avión grande".

OK-MAB, una Archer III checa en Constanza. Fíjense en la diferente forma de la cubierta del motor. Alemania, 2018.

En 2014 Piper introdujo la Archer DX, con un motor diesel Continental CD-155 (155 HP). Que no les engañe el nombre, en realidad es un motor Mercedes de coche, de 2 litros (frente a los casi 6 de la versión de gasolina), ampliamente modificado para uso aeronáutico. El avión es notable porque consigue prestaciones muy similares a pesar de la menor potencia (mejores en altura gracias al turbo) con la mitad de consumo

Una Archer DX con el motor diesel de origen Mercedes en el stand de Continental. La hélice es tripala y de plástico, diferente de la bipala de metal de la versión con motor de gasolina. Feria AERO, Alemania 2018.

Además la Archer diesel es más fácil de manejar: no hay que preocuparse de mezcla, ni calefacción de carburador, ni de estar atento a enfriar demasiado el motor en los descensos. Sin embargo es más cara de comprar (en la actualidad 463.000 dolores) y no parece que vaya a reemplazar por ahora a las de gasolina.

El motor Continental diesel tiene como base un motor Mercedes de 2 litros, el que llevaban los clase A 200 CDI desde 2004. Tiene muchos cambios (reductora, control de gases digitalizado, sistema de refrigeracion...). Y cuesta una fortuna, unos 90.000 pavos. Razón por la que muchos siguen prefiriendo el motor de gasolina.

Actualmente Piper sigue ofreciendo la Archer DX/DLX (esta segunda con interior "deluxe") y otras dos Archer de gasolina, con el Lycoming de 180 HP de toda la vida. La Archer TX es básicamente como una Archer III pero "pelada" con un panel sencillo y el mínimo de detalles interiores, pensada para escuelas. La Archer LX es también como una Archer III pero en versión mona y actualizada, con panel de aviónica moderna con grandes pantallas multifunción e interior más lujoso.

Una Archer III despegando con un característico Zeppelin NT al fondo. Friedrichshafen. Alemania, 2017.

A poco que uno lo piense, gastarse más de 400.000 machacantes en una cosa así es una barbaridad de pasta. Sobre todo si lo comparas con un coche, incluso con un cochazo (algo como un Ferrari GTC4 Lusso, también de 4 plazas, mucho más potente - y rápido - es una ganga en comparación: sólo 300.000). Es más, puede ser hasta decepcionante comprobar lo que te dan.

Una Archer II despega del aeródromo de Duxford. Al fondo, dos familiares cercanas: una Warrior y una Cherokee. Inglaterra, 2018.

La estructura se forma con piezas de chapa de duraluminio, pocas y muy sencillas. Están remachadas entre sí, ni siquiera con remaches planos: redondos y al aire. El motor es un dinosaurio de 4 cilindros refrigerado por aire pensado en los años 50, que pierde mucho en la comparación con cualquier motor de coche moderno, incluso de un utilitario. 

Una Archer II (D-EGAN) mostrando cómo se fija la bancada del motor y la pata delantera a la cuaderna parallamas. Vean también la construcción del ala en sencillos paneles remachados. Sin el peso del motor el avión descansa sobre la cola. Aeródromo de Schwenningen, Alemania, 2017.

No hay nada de especial complejidad: el tren es fijo, los mandos son todos manuales y se accionan con palancas y cables. Por no tener no tiene ni una puerta a cada lado. Sólo en el lado derecho, por simplicidad y ligereza. La única excepción es la electrónica del panel de instrumentos, pero incluso teniéndolo en cuenta parece demasiado.

D-EQCS, una Archer II, despegando de Friedrichshafen. Alemania, 2017.

¿Por qué cuestan esa fortuna? Porque se hacen a mano, de una en una, y no se hacen muchas: unas 100 cada año. Y eso las hace más exclusivas que los superdeportivos... No se desanime, si tiene un problema de liquidez, hay la tira de segunda mano. Pruebe por ejemplo aquí o aquí, es posible encontrar una Archer a partir de unos 50.000 pavos. Por otra parte, asegurarla, hacer las revisiones, echarle gasolina y hangararla tampoco es precisamente gratis.

Una Archer II en corta final para Friedrichshafen. Alemania, 2017.

A mi me gusta más una Robin. Corre más y tiene más carga útil con el mismo motor. Pero sobre todo, en lugar de volante tiene palanca (que es como se debe manejar un avión), es más ágil y maniobrable (se supone que es la gracia de volar), está hecha en madera y tela (a mi me mola más), y me parece mucho más elegante. Pero no hay ningún problema si me quieren regalar una Archer.


No hay comentarios:

Publicar un comentario