Mace (maza) fue un misil yanqui que voló en 1956 pensado para destruir cosas en el suelo. Mejoraba mucho al Matador en alcance y capacidad destructiva. Seguía llevando una bomba termonuclear, pero más potente, capaz de dejar un sitio muy pelado y lleno de isótopos calentitos. Pero por lo demás, bajo el punto de vista aeronáutico, era lo mismo: un avión subsónico manejado a distancia de la primera etapa de la guerra fría.
En el Museo de la Fuerza Aérea de Estados Unidos hay una Mace B que estuvo basada en Okinawa en los años 60. Lo que no le gustaba nada al gobierno japonés. Dayton, USA, 2019.
Lo que más llama la atención hoy son los dos sistemas de guiado que inventaron para conducirlo, que reflejan la enorme cantidad de investigación e ingenio que se dedicaron a la guerra en esa época. El Matador estaba guiado por un piloto automático corregido por radio. Las señales de radio se pueden interferir o bloquear. Y además las estaciones terrestres de radio tienen un alcance limitado. Había que inventar algo mejor.
Como el Matador, el Mace se lanzaba con un peazo de cohete de combustible sólido y luego continuaba el vuelo de crucero con un turboreactor a unos 1.000 km/h.
La primera versión Mace A llevaba un sistema llamado ATRAN (Automatic Terrain Recognition and Navigation). El chisme llevaba un sistema de radar para mirar el terreno sobre el que volaba. Esto se comparaba automáticamente con una ruta precargada con las mismas imágenes del terreno, en película de cine de 35 mm (¡!), de tal manera que a intervalos de tiempo determinados un fotograma se comparaba con la imagen real, y si había desviación, se corregía el rumbo. No me digan que no es la leche. Claro, el problema es que esto sólo sirve para rutas conocidas, y no siempre te dejan hacer fotos en territorio enemigo (¡!). Con el tiempo aprendieron a hacer rutas a partir de mapas topográficos (¡!), pero en realidad ya estaba en marcha el siguiente sistema.
Lo que a mi me sigue pareciendo ciencia-ficción es el perfeccionamiento de los sistemas de navegación inercial, que de manera muy resumida no necesitan ninguna referencia externa. Es decir, si tu vas de El Prado a la Puerta del Sol, si pasas por el Congreso entiendes que vas bien. Y si pasas por Atocha, mal. ¿Pero y si no ves por donde pasas? Un sistema de navegación inercial tiene acelerómetros y giróscopos que te dicen continuamente la velocidad, el rumbo y la posición sin "mirar". Esta tecnología se puso a punto a finales de los 50 y permitían lanzar las Mace B a más de 2.000 kilómetros de distancia, para atizarle a algo con un margen de error de un kilómetro. Realmente impresionante. Y da mucho miedo. Así que imaginen lo que hay hoy.
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