¿Cómo entrenar a los pilotos a disparar a otros aviones? Pues lo más obvio es... disparando a otros aviones. Jean Roche, un ingeniero del ejército yanqui hizo una serie de curiosos planeadores en los años 20 y 30 que servían para eso, denominados GL-1, GL-2 y GL-3 (supongo que de glider = planeador). El Roche GL-3 no tripulado de principios de los 30 se montaba encima de un biplano Curtiss Falcon, subía a unos 3.000 metros de altura y se soltaba.
En el National Museum de la US Air Force conservan este Roche GL-3. Dayton, USA, 2019.
A partir de ahí el avioncito descendía y en una media hora llegaba al suelo. Se podía hacer que volara recto, en círculo o girando aleatoriamente. Y se le podía disparar a placer, claro. No sé si sería muy realista (aunque no dan datos dudo que volara o maniobrara muy deprisa, no se ven alerones ni elevador, sólo un timón mínimo). Lo que no haría sería reaccionar como un avión pilotado, claro. Pero al parecer era mejor que tirar a un blanco remolcado y seguro que mucho más ídem.
Es curioso que Roche hizo una versión pilotada. El GL-2 utilizaba los planos superiores de un Curtiss Jenny. Entiendo que no le disparaban... pero aún así no me gustaría ser el piloto. Más curioso es que a partir de este invento Roche diseñó la serie de los Aeronca C.
Lo que ha dado y sigue dando de sí el mundo de los blancos guiados. Seguro que hay para un libro.
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