La avioneta Pipistrel Panthera es un moderno monomotor de 4 plazas de Eslovenia que voló en 2013, fabricado completamente en materiales compuestos. Deja con facilidad a la altura del betún a sus competidoras clásicas, por prestaciones en general (especialmente velocidad y alcance, y además puede usar pistas de hierba chicas), y sobre todo por una pinta espectacular. Ponerla al lado de una Archer o incluso de una Diamond Star (por ejemplo) te sirven para darte cuenta de que las cosas en aviación ligera también evolucionan.
En la feria AERO de 2017 tenían una Panthera de pega sin alas, para mostrar el aspecto general y la cabina. Friedrichshafen, Alemania. |
La diferencia no es tanta con las avionetas más modernas y cañeras, como por ejemplo una Cirrus SR22, una Mooney Acclaim o una Cessna TTx. Pipistrel hace notar por otra parte que su célula es muy segura (entre otras cosas lleva un sistema de paracaídas balístico), es muy eficiente (y aunque lleva un motoraco clasicote de 6 cilindros Lycoming IO-540 de 260 HP puede consumir gasolina de coche) y está la última en todo, incluido un paquete de aviónica ultra-guay.
Hasta aquí sin embargo, una más, dirán Vds. Ah, pero la cosa no acaba ahí. Resulta que Pipistrel lleva ya trabajando varios años en hacer dos versiones que potencialmente pueden cambiar mucho las cosas, una híbrida y otra eléctrica. Ambas limitan el avión para llevar sólo dos personas. Que por otra parte es como vuelan este tipo de aviones casi siempre. De la eléctrica no dicen mucho, y sobre todo no se sabe cuándo y cuánto podrá volar a base de voltios. Por ahora y mientras no cambien las baterías radicalmente, más bien poco.
Pero la híbrida, con dos proyectos europeos de desarrollo detrás, puede que sea un cambio significativo en aviación. La hélice la mueve un motor eléctrico que en el demostrador es un Siemens de 150 kW (unos 200 HP). Además lleva un generador formado por un motor de gasolina - no sé cuál en la segunda versión - que no está conectado a la hélice, sino que símplemente produce voltios para el motor eléctrico y para unas baterías en las alas que ayudan al despegue y al ascenso. El conjunto es en general más eficiente que llevar un motor de gasolina, aunque claro está que es muy tecnológico y complejo. Está en pruebas, lo que por otra parte está muy lejos de un avión certificado y vendible.
El tiempo lo dirá. Lo que está claro es que Textron (que es el conglomerado industrial yanqui que agrupa entre otros a Beechcraft, Bell, Cessna y Lycoming, por citar algunas de las aeroespaciales) ha comprado Pipistrel este año. Por algo será, y por sólo 235 millones de dolores. Ivo Boscarol, el fundador de Pipistrel, empezó motorizando alas delta a finales de los 70... impresiona.
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