domingo, 30 de octubre de 2022

Sikorsky S-92

Se atribuye a Igor Sikorsky: "Si te has metido en un lío en cualquier parte del mundo, un avión puede volar por encima y lanzarte unas flores. Pero un helicóptero puede aterrizar y salvarte la vida". Aunque sea un pelín tendencioso, la verdad es que lo de salir y llegar en vertical sigue haciéndolos únicos. Y en concreto, tras la crisis del petróleo de 1973 se desarrolló muchísimo la industria de las plataformas de petróleo y gas en alta mar, a las que sólo se puede llegar "ya" en helicóptero.

El Servicio de Guardacostas de su Muy Británica Majestad tiene diez S-92 de búsqueda y rescate, aunque son en realidad contratados a la empresa Bristow. Sobrevolando Farnborough, Inglaterra, 2018.


Así que se necesitaban y se siguen necesitando helicópteros para ir a estos sitios. El Sikorsky S-92 (ahora dentro del gigante Lockheed Martin) se puede ver como el sucesor del clásico Sea King. Pero sin embargo está desarrollado de otro producto Sikorsky, el S-70. Lo catalogan como de "tipo medio", pero no deja de ser un peazo de bicharraco que lleva hasta 21 personas, que puede despegar (en vertical) con más de 12 toneladas y que las lleva a casi 300 km/h hasta una distancia máxima de unos 1.000 kilómetros.

 

Estos helicópteros están atiborrados de tecnología, incluyendo controles automáticos de vuelo, radar, sistema de visión nocturna, designador de infrarojos, escaneo de frecuencias automático, y comunicación inalámbrica entre los miembros de la tripulación. Algunos tienen sistemas de deshielo para volar en esas condiciones - qué miedo.


Para conseguirlo lleva dos turboejes General Electric CT7 de 2.500 HP. Este es un motor que se ha utilizado en la tira de helicópteros (en toda la serie S-70 o en mucha de la competencia que veremos luego), pero también es esencialmente el mismo motor que lleva por ejemplo el turbohélice CASA-Nurtanio CN-235. 

 

El tren es retráctil y se ven los alojamientos de las ruedas. Los  enormes carenados llevan los depósitos de combustible, para dejar la cabina completamente libre. No está pensado para posarse en el mar, como sí que podía hacer su antepasado Sea King, pero se puede instalar un kit de flotabilidad para hacerlo ocasionalmente. Se ve la rampa trasera que se puede abrir en vuelo.


Aunque el primero voló en 1998, en realidad empezó a entrar en servicio a partir de 2004. Además de la industria del petróleo hay versiones de búsqueda y salvamento, de transporte militar y se supone que también a partir del año que viene para llevar al presidente yanqui. Aunque esto último ha sido un lío tremendo.

 

¿Y cómo le ha ido a los de Sikorsky? Pues... como se pueden imaginar, la competencia es feroz. Entre otros, el Agusta-Westland AW-101, el NH Industries NH 90, el Agusta Westland AW189 y el Airbus Helicopters H225 (que es una versión actualizada del Super Puma). Todos se han llevado parte del pastel. Aunque no los regalan precisamente, se han hecho unos 300 de estos especializados chismes, que vienen a costar unos 30 milloncetes, según lo que les pongas. Pero no parece que vayan a conseguir la impresionante marca de los Sea King (más de 1.300 fabricados).

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