viernes, 30 de septiembre de 2022

Saab 17

Los muy neutrales suecos colaboraron con los alemanes en los años 30 para hacer bombarderos en picado. Y también con los yanquis, de los que adquirieron la licencia para fabricar el Northrop A-17 (un desarrollo del Gamma). Así que para la Segunda Guerra Mundial, sus respectivos desarrollos - el sueco Saab B-17, el alemán Junkers Ju 87 Stuka y el americano Douglas SBD Dauntless tenían prestaciones e incluso pintas parecidas.

En el Museo Técnico Danés de Elsinor tienen un Saab B-17A con motor yanqui Pratt & Whitney, donado por Suecia, donde se usó como remolcador de blancos. Estos aviones fueron modificados de los bombarderos originales B-17 A. No es un B-17 C (con motor italiano) de los que usaron la Brigada Danesa para la prevista liberación de Dinamarca de los nazis en 1945, que no llegaron a luchar en la guerra. Dinamarca, 2022.


El Saab 17 tiene mucho aspecto "de segunda guerra mundial", con su motor radial, el ala recta y la cabina acristalada y larga. La Fuerza Aérea Sueca quería además que hiciera otras cosas (esto de la multi-tarea viene de antiguo) como bombardero convencional (versión B-17, para tirar bombas tanto en picado como sin picar, nada tiene que ver con el cuatrimotor de Boeing) y como avión de reconocimiento (versión S-17).

 

Como sus contemporáneos SBD y Ju 87 no era muy rápido (unos 430 km/h de máxima), pero podía llevar una bomba de 700 kilos y hacer mucho daño.


El diseño comenzó por un requerimiento de la Fuerza Aérea Sueca de 1938 a la compañía AB Svenska Järnvägsverkstäderna, que se integraría al año siguiente en la mucho más conocida  Svenska Aeroplan AB, es decir SAAB (¡!). Su primer avión, de una larga saga que llega hasta nuestro tiempo, fue precisamente este Saab 17, que voló en 1940.

 

El avión del museo tiene los flaps internos bajados para tomar tierra, pero en el avión que queda en vuelo bajan también los de fuera del carenado del tren.


Con el tiempo llegarían a fabricar 326 e incluso a exportar unos cuantos. La Fuerza Aérea de Etiopía estuvo volando algunos de los 47 que compró hasta 1968 (¡!). Pero al principio, en una Europa en guerra, las cosas estaban bastante difíciles. Los suecos no tenían motores propios radiales de la potencia necesaria, así que utilizaron versiones con el motor americano Pratt & Whitney Twin Wasp (copiado sin licencia), con el británico Bristol Mercury y con el italiano Piaggio P.XI, todos ellos de unos 1.000 HP.

 

El avión tenía también una bodega interna de bombas para operar como bombardero convencional. Vean las compuertas abiertas.


La característica que me parece más original del avión es que los masivos y característicos carenados del tren se utilizaban como frenos de picado, para estabilizar los descensos a 500 km/h con unos 70º de inclinación. Pero al principio hubo problemas de fallos estructurales de las alas y en toda su vida operativa sólo se permitían picados ligeritos, no los picados brutales casi a la vertical que practicaban sus coetános Dauntless y Stuka. También podía llevar esquís y hubo versiones con flotadores.

 

Vean los enormes carenados del tren, que se pliega hacia atrás y arriba.

Los suecos nunca utilizaron sus aviones en guerra. Una unidad danesa que se formó en Suecia hacia el final de la Segunda Guerra Mundial con estos aviones tampoco llegó a volar contra los alemanes. Los rápidos avances de la aviación al terminar la guerra hicieron que los suecos retiraran sus aviones al final de los años 40. Sólo quedan 5, uno de ellos en vuelo en Suecia.

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