A finales de los 20 la Royal Air Force (RAF) británica se encontró con un problema: sus nuevos bombarderos biplanos Boulton Paul Sidestrand superaban los 200 km/h. Pero el artillero del morro seguía al aire, como se hacía desde la Primera Guerra Mundial. Y con el ventarrón resultaba muy difícil manejar la ametralladora, además de pasar más frío que vergüenza.
No queda ningún Overstrand. Esta sección de morro con la torreta es una reproducción construida en 2009 para el Norfolk and Suffolk Aviation Museum. Addemás de la torreta, la cabina del piloto también se había cerrado. Inglaterra, 2018. |
Boulton Paul ofreció un desarrollo mejorado, el Overstrand para solucionar el problema. Fue el primer avión en llevar una torreta artillada motorizada y cerrada (con una única ametralladora de 7,7 mm), algo revolucionario y que evolucionaría mucho hasta la Segunda Guerra Mundial. Fue también el último bombardero biplano de la RAF. Cuando voló por primera vez en 1933 era ya de otra época. Los yanquis habían volado el año anterior el monoplano Martin B-10, que cambiaría por completo el concepto.
El Overstrand sin embargo les dio buen servicio. Aunque grande (22 metros de envergadura) y pesado (más de 5 toneladas cargado), era muy ágil (de hecho, acrobático) y los dos motores radiales Bristol Pegasus de 580 HP le permitían volar a casi 240 km/h. El Bristol Bulldog, el caza estándar de la RAF en aquella época, sólo era ligeramente más rápido (286 km/h). El caza moderno estaba a punto de aparecer, doblando la velocidad.
Sólo se hicieron 28 Overstrand. A las tripulaciones les encantaba, por primera vez tenían calefacción (¡!). Pasó toda su vida operativa sin guerrear. En 1938 los retiraron de primera línea, los mucho más modernos Bristol Blenheim empezaron a entrar en activo, y en muy poco tiempo se iba a armar una guerra de narices.
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