El Sr. Piper era ya consciente en 1937 de que si quería tirar p'alante en el negocio de los aviones debía ofrecer algo más que su Cub, un avión majete pero básico. Pero no quería gastar el dinero y el tiempo necesarios para desarrollar un avión nuevo. Y por otra parte, la competencia (Taylorcraft, Luscombe y Aeronca) ofrecían todos pequeñas avionetas biplaza como la suya, pero con las personas sentadas lado a lado, que es mucho más cómodo.
Esta J-4A con flotadores de Illinois de "sólo" 80 años de edad estaba de visita en la base de hidros. Oskosh, USA, 2019.
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Así que en realidad la respuesta era fácil. En 1938 Piper Aircraft sacó el nuevo modelo Piper J-4 Cub Coupe. El nuevo avión tenía la parte aerodinámica igual que la J-3 Cub (mismas alas, cola y disposición) pero ofrecía un nuevo fuselaje más ancho, tren con amortiguadores carenado y otros cambios menores. Y dos personas sentadas como se va un coupé, claro.
La versión inicial de la J-4 llevaba los cilindros del motor al aire, como la Cub. Pero la siguiente versión J-4A añadía cubiertas para todo el motor.
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Inicialmente tenía el mismo motor de 50 HP que la J-3. Pero fue mejorando a 65 y hasta 75 HP. Por entre 2.000 y 2.300 dolores, equivalentes a unos 37-42.000 pavos actuales, te llevabas un biplaza un poco más lujoso y mono que una J-3 (que costaba 500 pavos menos...). Se hicieron 1.250 hasta 1941. Con la guerra se dejaron de hacer aviones civiles y Piper empezó a fabricar miles y miles de Cubs militares L-4.
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