De guerra
Los Warbirds o “pájaros de guerra” son aviones previamente militares que vuelan ahora en manos civiles. No son necesariamente aviones de combate, ni tampoco tienen que haber participado en una guerra, aunque ambas cosas sean valoradas por los que se dedican a ellos. En realidad vale para cualquier tipo de avión que haya estado dentro de una fuerza aérea, y eso incluye entrenadores, transportes, aviones de enlace… y también claro está cazas y bombarderos.
Las vueltas que da la vida. Los capitalistas vuelan ahora antiguos aviones soviéticos por placer. Un trío de Yakovlev Yak-52 en formación. |
Aunque en origen la cosa empezó con aviones de la Segunda Guerra Mundial, ahora se incluye cualquier época. Y es de lo más popular en USA, incluso tiene una activa sub-organización dentro de la Experimental Aircraft Association, llamada Warbirds of America, con el lema “mantenlos en vuelo”. Y una de las áreas de exhibición de Oshkosh, junto con una parte importante de los espectáculos aéreos estaba dedicada a estos Warbirds, que claramente son de los preferidos del público.
Dos North American T-28 Trojan, de Texas y no de Chile (las banderas se parecen). |
Para situarnos, un Warbird puede ser algo tan sencillo como una Piper L-4 Grasshopper, la versión militar de observación y enlace de la Piper J-3 Cub. Es decir, un avioncito biplaza de fuselaje de tubo de acero soldado, alas de madera, todo ello entelado y con un modesto motor de 65 HP. En realidad, algo en cierta medida similar a un Falke.
Esta Piper L-4J se construyó en 1945 y se llevó un premio este año en Oshkosh. |
Pero en el otro extremo, y un juguete para los muy ricos, puede estar un Mikoyan - Gurevich MiG 17. Sí, hay gente con la suficiente pasta y ganas como para mantener en vuelo un caza soviético a reacción de la Guerra Fría. Y no crean que son raros, solo en USA hay 17.
Arriba, un MiG-17 despegando con el posquemador encendido, mostrando una espectacular llama (y haciendo mucho ruido). Abajo, dos MiG-17 volando en formación mostrando las alas aflechadas a 45º, más que su predecesor MiG-15. |
Entre medias, toda la gama de aviones militares de las numerosas guerras que desafortunadamente han envilecido el mundo desde que existen los aviones. En Oshkosh había una impresionante selección, con una abultada representación yanqui. Había muchos entrenadores: la tira de Stearmans, Texans, Trojans y Mentor, entre otros muchos tipos más raros. Había transportes, incluidos una buena veintena de Douglas DC-3 (no creo que haya muchos sitios donde se puedan ver tantos). Había bombarderos, aviones de ataque, hidros… de todo.
Arriba, Placid Lassie es un Douglas C-47A que no sólo estuvo en la II Guerra Mundial: participó en el desembarco de Normandía el día D y en la operación Market Garden. Abajo, Hairless Joe, un C-47D, se aleja a la luz del atardecer. |
Pero los protagonistas son claramente los cazas, y dentro de ellos hay uno que nos gusta a todos, el North American P-51 Mustang. El avión es bonito y el rugido de su V-12 mientras se mueve rápidamente por el cielo sigue siendo uno de los platos fuertes de las exhibiciones. Conté nada menos que 28, que son una buena parte de los que quedan en vuelo en el mundo. Only in the USA.
Arriba, un espectáculo: 14 Mustangs calentando motores.
En medio. Lope's Hope. Un P-51C de 1944.
Abajo. Moonbeam McSwine. Un P-51D de 1944.
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Y todo esto lleva a hacerse una pregunta: ¿en el futuro alguien con suficiente pasta tendrá en vuelo un caza actual como su Warbird particular? ¿Quizá un F-18 o incluso un F-22 Raptor?
Tres Mustang volando en formación al atardecer con un Lockheed Martin F-22 Raptor. |
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