Louis Stolp mejoró su primer Starduster y lo llamó Starduster Too
(es decir, dos en argot). El primero de estos bonitos biplanos yanquis de construcción amateur voló en 1957 y al parecer hay más de mil volando. Y resulta que
tenemos nada menos que 4 en el registro EC.
Tiene un coeficiente
molón alto. No tanto como un biplano de la era dorada con motor radial,
pero la verdad es que es un avión de lo más sugerente, todo él líneas curvas. Lo que por otro lado
hace que construirlo sea una labor
de mucha paciencia: le ponen 1.500
horas teóricas, en la práctica unos
cuantos años. Hay disponibles planos y
piezas. No tienen mas que animarse.
Aunque parezca un avión muy acrobático, resulta que no lo es. Puede
hacer figuras, pero no es una Pitts. Y tampoco es la máquina ideal de viaje. Está
pensado sobre todo para fardar.
Y por qué no.
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