miércoles, 27 de julio de 2016

Extra 200

Pero qué bonito es este avión. Me parece uno de los más guachis que hay: es proporcionado, no demasiado afilado, no demasiado romo. Sugiere potencia, pero sin pasarse. Es estilizado pero sigue teniendo forma y curvas. En suma, uno de los coeficientes molones más altos, y eso que no tiene motor radial ni es biplano.


Festival Aéreo de Gijón, 2017.

Walter Extra empezó volando veleros, se pasó a la acrobacia con motor y para 1979 había quedado cuarto en los nacionales de acrobacia alemanes. En 1980 participó en los mundiales con un biplano Pitts S-1E construido por él, donde quedó en el puesto 40 (de 51). Pero las cosas estaban cambiando: Leo Loudenslager había ganado con un Laser 200, un avión monoplano basado en el Stephens Akro, pero ampliamente modificado.



Arriba, en Santa Cilia (Huesca), 2015. Abajo, cabina de burbuja y acabado impecable.

Aunque siguió participando con la Pitts varios años, Herr Extra decidió que el camino a seguir en acrobacia eran los monoplanos. Construyó su propia versión del Laser 200, que voló en 1983 y llamó Extra 230, y que comenzó la familia de aviones acrobáticos Extra hasta hoy. Es realmente impresionante la carrera deportiva de este hombre, que compitió de 1978 a 2005, siendo campeón nacional de Alemania varias veces (incluido su último año en competición activa, con ¡51 años!). Pero es que además desde 1984 lo hizo en aviones diseñados y construidos por él. Creo que nadie puede presumir de algo así. Walter Extra sigue siendo a sus 62 años diseñador jefe de Extra Flugzeugbau y sigue volando...

El RACE utiliza un Extra 200 con decoración clásica para entrenamiento acrobático.

El Extra 200 se vende como entrenador biplaza acrobático avanzado y voló por primera vez en 1996. Deriva del Extra 300 (aunque parezca lo contrario) pero con 200 CV es teóricamente más modestito. Y una leche. Es un peazo avión acrobático que puede volar como monoplaza en la categoría ilimitada (es decir, hacer todo tipo de barbaridades áereas). Pero es que además como avioneta sin más te permite viajar distancias de 1.000 km a 250 km/h disfrutando de la vida, y si quieres, en invertido...

Este vistoso Extra 200 estaba en la Ferté Alais (Francia) en 2014.

Suponiendo que tuviera los 250.000 boniatos + IVA para uno nuevo, (o alternativamente ciento y pico mil de segunda mano) , que pudiera mantenerlo, y que pudiera decidirme sobre cómo pintarlo, ¿volaría un Extra 200? Pues... probablemente no. Aunque objetivamente ofrece más que una Super Decathlon, al final me gusta más la vertiente de despegue y aterrizaje cortos y manejo menos crítico de ésta.


En vuelo.

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