viernes, 14 de septiembre de 2018

Colin Hales

Este británico es un tipo realmente fuera de lo común. Entre octubre de 2001 y agosto de 2002, voló de Oxford (Inglaterra) a Sidney (Australia) con una amiga, en un avión de construcción amateur hecho por él, un Rand Robinson KR-2.

El primer KR-2 de Colin Hales sigue en la brecha. Es un diseño americano que voló por primera vez en 1972. Está hecho con una mezcla de técnicas y materiales: hay madera, espuma de poliuretano y fibra de vidrio impregnada en resina de epoxy. Sigue siendo el avión más pequeño que ha hecho un vuelo tan largo. Inglaterra, 2018.

No debió ser suficiente. Años después, en el otro KR-2 ¡que hizo a la vez que el anterior!, intentó dar la vuelta al mundo. Salió de Inglaterra en 2014, cruzó el Atlántico por Islandia, Groenlandia y Canadá, cruzó Estados Unidos, subió por la costa del Pacífico hasta alcanzar Alaska, pasó a Siberia, bajó por la costa hasta llegar a Japón... y ahí se estrelló en un campo de golf en julio de 2017. Por un inoportuno fallo de motor. Se partió la columna, pero vivió para contarlo, y quién sabe qué nuevos viajes intentará.


Y todo esto por su cuenta, sin apoyo de ningún tipo.

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