El FFA Diamant
suizo de 1964 fue el primer velero
del mundo enteramente fabricado en materiales compuestos. Aunque el primer
velero de plástico fue el Phönix de
1957, y el primero fabricado en serie fue el Phoebus de 1962, ambos aviones alemanes utilizaban también madera en su estructura.
El Diamant me parece un velero muy bonito y estilizado, y para su
época, un peazo de avión con
prestaciones impresionantes. La última versión de 18 metros tiene un planeo de 45 a 100 km/h. Esto era la
pera en aquel momento, y es muy respetable incluso 50 años después. Tengan en
cuenta que a finales de los 60 la mayoría de los veleros eran todavía de madera
y los "plásticos" estaban empezando.
Además de ser un precursor muy importante de los veleros
actuales, resulta que tiene una
historia de lo más curiosa. El Diamant se
debe a dos estudiantes, Thomas
Bircher y Jurg von Voornveld,
que en 1960 estaban en el Instituto
Tecnológico de Zurich. El reto era conseguir un velero moderno y competitivo hecho con los entonces novedosos
materiales compuestos.
Fíjense en la cabina tendida: el piloto iba prácticamente tumbado. Sin embargo ofrecía buena visibilidad. La cúpula se abría corriéndola hacia delante. |
Empezaron por cambiar el estabilizador
horizontal de madera de un Schleicher
Ka-6, con uno diseñado por ellos de fibra y poliéster. A continuación
construyeron un fuselaje nuevo de fibra al que acoplaron las alas de madera del
mismo Ka-6. Este avión se llamó Ka-Bi-Vo,
por Rudolf Kaiser (diseñador del
Ka-6) y ellos mismos, y voló en 1963.
El velero tenía flaperones en toda la envergadura y para su época era muy innovador. |
El siguiente paso hacia la
"plastificación total" fue ponerse en contacto con el diseñador Wolfang Hütter, que había creado unas
alas de fibra para su H-30, y
acoplarlas a su fuselaje Ka-Bi-Vo. Pero como eran diferentes hubo que hacer un
nuevo fuselaje. Este segundo avión, llamado Hu-Bi-Vo y posteriormente HBV
voló en 1964 y fue la base de los Diamant.
Fíjense en esta vista lateral lo estilizado que es este velero. |
A partir de aquí la cosa se estropea para ellos. El HBV volaba bien, pero
aquello seguía siendo un proyecto
universitario. El fabricante
aeronáutico suizo FFA vio con buenos ojos meterse en el negocio de estos nuevos
materiales.
Desgraciadamente había competencia por las nuevas alas. Al parecer,
un cliente alemán que quería un HBV nuevo se hartó de esperar un fuselaje de
HBV para sus recién fabricadas alas de H-30. Entonces se dirigió a Hütter para
que lo hiciera. Éste a su vez fundó Glasflügel
con Eugen Hanle, para fabricar el H-301 Libelle a partir de 1964, que
se reservó la producción alemana de las nuevas alas. Para que vean Vds. las
ironías del destino.
FFA tuvo entonces que diseñar y
fabricar sus propias alas, y dijo adiós a los dos estudiantes... Eso sí, el
Diamant se convirtió en un cojo-velero que primero tuvo éxito en la competición, pero después aparecieron problemas estructurales y de flutter
que le hicieron caer en el descrédito, por varias directivas que requerían caras reparaciones y ganancia de peso. Al final, tras 80 aviones de serie
de 3 versiones, en 1970 dejaron de fabricarlos y FFA ya no volvió a hacer
veleros.
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