La idea de utilizar un simulador es viejísima, pero es posible que el primero pensado específicamente para el vuelo a vela fuera éste que les muestro, de 1944. Un señor llamado Seff Kunz pensó que era mucho más barato y seguro poner a los alumnos a aprender las bases del vuelo sin dejar la segura tierra.
Me hace gracia que como muchos chismes similares tiene un remedo de alas, supongo que es psicológico: un avión tiene que tenerlas. El instructor se sentaba detrás y enseñaba los efectos de los mandos provocando movimientos en el fuselaje, que el alumno tenía que corregir actuando sobre los mandos. La cosa funcionaba: los alumnos que empezaban en el simulador requerían menos vuelos en los primarios para sacar el título básico.
El chisme era crudo pero ayudaba. Cuando te tiraban por primera vez ladera abajo en un Schulgleiter SG-38 tenías una idea aproximada de qué hacer. |
Hoy en día utilizamos fuselajes de veleros antiguos con pantallas de ordenador para hacer algo esencialmente parecido. Schleicher construyó unos 200 de estos simuladores que se usaron hasta los 50.
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