El Revolution Mini-500 fue un intento de hacer un helicóptero monoplaza bueno, bonito y barato. El primero voló en 1992 y la propaganda aseguraba que por 25.000 dólares (45.000 de hoy) y 40 horas para ensamblarlo te podías ir al tajo en tu propio helicóptero, saliendo de tu jardín. Desafortunadamente, en intento se quedó: tuvo un montón de problemas, incluyendo gente que se mató.
Un señor llamado Manfred Diekow compró, montó y voló 120 horas en este Mini 500 antes de donarlo al Deutsches Museum Schleissheim. Puede que lo construyera y pilotara bien. O que tuvo suerte. Alemania, 2016.
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Detrás de la idea estaba Dennis Fetters, que había tenido mucho éxito con su autogiro ligero Commander. La idea original era utilizar el diseño del helicóptero argentino ligero CH-6 de Augusto Cicaré, unido a un aspecto que recuerda al Hughes 500, con el que no tiene nada que ver. No se entendieron y al final Fetters terminó diseñando su propio sistema de control.
Se parece mucho a un Hughes 500, pero es mucho más pequeño (el rotor solo mide 5,8 m de diámetro).
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El helicóptero llevaba un motor de dos cilindros y dos tiempos Rotax 582 de 64 HP, con el que estaba claramente falto de potencia, un fuselaje de tubo de acero, y un sistema convencional de rotor principal y de cola bipalas. Llegó a vender 500 kits, pero aparentemente menos de 100 llegaron a volar. Las vibraciones, roturas de componentes y paradas de motor llevaron a tener incidentes, accidentes, 9 muertos y una reputación desastrosa. En varios sitios.
El Cradle of Aviation Museum tiene un Mini 500, pero ni lo nombran en su página. Creo que no le dan importancia histórica, sobre todo en comparación con otros aparatos que tienen. Estados Unidos, 2015.
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Fetters siempre ha mantenido que el helicóptero era fetén. Los problemas venían, según él, de la mala construcción, mantenimiento inadecuado o falta de habilidad como piloto. Imagínense lo que dicen los que lo compraron.
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