Cuando comencé a volar a vela, mi
Club tenía veleros
modestos y antiguos. Como soñar es gratis, pensábamos que algún día volaríamos en un cojo-velero,
que son aquellos aviones con un planeo
casi infinito y un precio
estratosférico. Por aquel entonces, el novamás en veleros biplaza era el Alexander
Schleicher ASH 25.
El 4 Yanqui de H tras completar una larga prueba. XXX Campeonato de
España de vuelo sin motor. Santa Cilia (Huesca), 1998.
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El 25 es un peazo de avión de clase open
que voló en 1985. Inicialmente
tenía 25 metros de envergadura,
luego 26, y las versiones
tuneadas llegaron a ¡28 metros!.
Es decir, lo mismo que las primeras series del Boeing 737. El diseñador, Martin Heide (de ahí la H), utilizó
inicialmente el ala de un ASW 22 (un monoplaza de competición) con el fuselaje
de un velero experimental.
R subiendo a un ASH 25 en St Auban, el centro avanzado galo de vuelo a
vela. Francia, 2004.
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Con sucesivas mejoras le salió un
velero impresionante. El
alargamiento es de casi 40: las alas
parecen no terminar nunca, y en vuelo parecen frágiles, finas, curvadas. El planeo maximo es de 60. Párense un
momento a considerar cuánto es esto. Quiere decir que en condiciones óptimas,
si estás volando a sólo 1.000 metros de altura puedes planear 60 kilómetros
hasta tocar tierra...
Un ASH 25 francés ha cruzado el Pirineo sin motor. Les hacemos un
remolque para iniciar el vuelo de vuelta. Me pareció ciencia-ficción. Fíjense
en como flexan las alas. Monflorite, 2005.
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Aunque el planeo máximo sea un
dato teórico, el avión vuela realmente
la tira. De los 50
récords conseguidos por Hans Werner Grosse,
14 fueron volando el 25. Por
ejemplo, un triángulo de 500 km a una
media de 171 km/h. Por si se les ha olvidado, sin motor.
Un ASH 25 aterriza cuesta arriba en la pista de la Montaña Negra tras
darse unas vueltas por la ladera. Francia, 2006.
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Schleicher fabricó 269 de estos aviones, que son
muchos para un aparato tan extremo y especializado. Ahora fabrica veleros
todavía mejores, pero sigue siendo un velerazo.
Los
hay en venta, una versión con motor de despegue autónomo te puede
costar unos 140 - 160.000 mil pepinos... que ya son.
En el libro The
Platypus Papers, el piloto de velero ingles Michael Bird narra entre
otras muchas entretenidas aventuras unos cuantos vuelos que hizo en su ASH-25.
Para el que acuñó la palabra TINSFOS:
There Is No Substitute FOr Span (no hay
sustituto para la envergadura...), o como el mismo matiza: "sí lo hay,
pero puedes comprar envergadura".
Una de las naves de la fábrica Schleicher en Poppenhausen. Dos operarios pasean el fuselaje de un ASH-25Mi de un cliente polaco. Me lo invento, pero probablemente estaba en fábrica para instalar el motor, ya que la producción del 25 finalizó en 2008. La versión Mi lleva un motor Wankel Austro Engine IAE-50R, que originalmente se desarrolló en Inglaterra (Midwest). Con sólo 294 cc y unos magros 25 kilos, consigue 55 HP (¡!), lo que permite el despegue autónomo. Alemania, 2019. |
Un ASH-25E germano en Santa Cilia, 2022. |
Muy cerca de Varese, en la orilla del lago ídem, está el Aeroclub de Varese. Un sitio bonito en los Alpes italianos. En cabecera un ASK-21 y al fondo un ASH-25 sin identificar. |
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