Pongamos que Vd. se ha decidido por
una Bücker
133 Jungmeister. Le felicito: tiene Vd. un gusto exquisito, porque el avión me parece una preciosidad. Un
biplano clásico de cabina abierta, acrobático y con motor radial. De esos para
llevar bufanda de seda blanca y hacer la aproximación en invertido.
En AERO
Fridrichshafen en 2016 mostraban la primera Bücker & Funk FK 133
Jungmeister en construcción. En 2017 no la llevaron ni hay más noticias en su
página, pero espero que sigan adelante.
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Pero... con algunos
inconvenientes. El primero es que es
difícil hacerse con una. Quedan pocas, y no salen con frecuencia a la
venta. El segundo es que cuando lo hacen cuestan
una fortuna. Y el tercero es que son aviones con unos 70 años de edad, el
motor es una antigüedad y encontrar repuestos francamente difícil. Lo que hace
que el mantenimiento cueste otra fortuna.
Así que mal rollo.
¡Pero no hay que desanimarse! Si
el proyecto sale adelante, la empresa Bücker & Funk piensa
fabricar réplicas de la
Jungmeister nuevas. La construcción es esencialmente la misma, pero
aprovechando técnicas modernas será
mucho más ligera: 340 kg vacía,
frente a 425 kg de la original. Y con un motor
checo moderno Verner Motor
Scarlett 7Si, que es también radial de 7 cilindros, pero es más ligero,
tiene inyección de gasolina, encendido electrónico y carter de magnesio. Y le
queda estupendo.
La estructura parece delicadísima, pero no lo es: el avión está
diseñado para la categoría ilimitada de acrobacia.
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Aunque sea más barata que una
original, no se la van a regalar: el kit del avión son unos 40.000, el motor
20.000, instrumentos, paracaídas y otras cosillas otros 20.000, y si quieres
que te la construyan me imagino que no bajará de 50.000. Añadan IVA, la bufanda
de la que hablábamos, y la cosa se queda en unos 150.000 mortadelos. Que hay tardes que no los gano.
Pero amigo, menudo peazo avión.
Aunque sea una réplica.
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