La Zlin / Let Z-37 Čmelák (abejorro) es un avión checo pensado para repartir a los cultivos productos desde el aire, en forma de líquido, polvo o gránulos. Eso incluye químicos como fertilizantes, herbicidas e insecticidas, o incluso semillas. Para muchos es un avión feote, por tosco, “utilitario”, cuadradote y poco fino. A mi sin embargo me parece estupendo.
Me gustan en general los aviones agrícolas, y éste con su motor radial ruso (un Ivchenko AI-14 fabricado con licencia, predecesor de los más conocidos Vedeneyev de los acrobáticos rusos), y las formas subordinadas a su función, lo encuentro muy atractivo. Aparte de ser buenos para su cometido original debe volar estupendamente y en particular está muy pensado para las pistas malas y cortas, con una buena maniobrabilidad a baja altura. Con lo que un piloto que sepa manejarlo tiene que disfrutar.
El diseño comenzó a principios de los años 60 como una colaboración entre Let y Zlin. El prototipo voló en 1963 y tenía fuselaje en tubo de acero soldado recubierto de tela y alas de aluminio. El depósito con los productos quedaba detrás del piloto (con una considerable capacidad hasta 600 kg – 650 l), y todavía más atrás tenía un compartimento previsto para llevar cosas y también un asiento para un segundo ocupante, por ejemplo el mecánico (vean unas fotos). Los aspersores estaban situados en unos tubos montados por debajo y por detrás del ala.
El avión podrá parecer sencillo, pero el caso es que está muy pensado para atender las necesidades de la agricultura: tren fijo y muy robusto, alas pensadas para vuelo a baja velocidad, maniobrabilidad, mucha carga, muy buena visibilidad para el piloto (incluso con el gran radial delante) y construcción en general robusta, pensada para un mantenimiento mínimo y en sitios difíciles. Destacan los considerables flaps de doble ranura y los slats de borde de ataque, que le dan mucha sustentación.
El abejorro rápidamente tuvo éxito tanto en la extinta Checoslovaquia como en la exportación, sobre todo en la entonces Alemania Oriental, pero también en otros muchos países. Se hicieron más de 700 de 1965 a 1987, con algunos períodos muertos. Hubo también algunas versiones con el turbohélice checo Walter M601, más potente.
Eventualmente los costes de operación (la cara gasolina entre otros) y la vejez han ido recortando el número de aviones en vuelo, de los que deben quedar poquitos, sobre todo en Chequia/Eslovaquia. También se han usado para vigilancia y como remolcadores de veleros. En esto son particularmente buenas (supongo que no baratas), y es corriente que los remolques sean de dos veleros cada vez (con cuerdas de distinta longitud). Una versión turbo tiene un récord no superado de sacar 9 Blaník en el mismo remolque (¡!), lo que debió de ser un lío mayúsculo de coordinación. Y de cuerdas. Piensen si algo podía salir mal…
Para terminar, se habrán dado cuenta de que todas las Čmelák que les he mostrado son amarillas, a veces con algún detalle rojo. Todas salían así de fábrica, para tener la máxima visibilidad posible. Si buscan fotos del avión verán que abrumadoramente tienen esa pinta, y sólo alguna con los años se ha pintado de otros colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario