lunes, 30 de enero de 2023

Equator Xcursion

A las personas nos encanta que nos muestren el futuro. Y este chisme realmente te deja impresionado. El futuro será así, o no, pero mientras tanto sueñas. El Equator P2 Xcursion es un prototipo noruego de avión anfibio eléctrico biplaza. Que voló en 2019 y que está pensado para eso, irte de excursión. Si quieres, con esquís, bicis, mochilas... y para tomar en un fiordo (o quien sabe, en Portocolom) o en una pista de 400 metros.

 

El prototipo antes de volar y antes siquiera de que se constituyera la empresa, pero ya con la matrícula, el nombre, la forma y el motor eléctrico en la cola. Muy sorprendente para todo el mundo, en una feria donde abunda la tecnología y las cosas sorprendentes. AERO, Friedrichshafen, Alemania, 2017.


Por ahora es sólo eléctrico, lleva un motor de 97 kw (130 HP). Con el prototipo muestran en su Web vuelos que han hecho "de verdad" de  unos 15'. No se sabe si dura más. Lo que se plantean "de manera realista" es un Xcursion ligeramente agrandado de 4 plazas, que vuele como biplaza hasta 2 horas y 400 km, o con 4 personas algo más de una hora y 250 km. Esto parece que a puro voltio. Y también piensan poner lo que llaman "extensor de alcance", un motor wankel de 76 HP que acciona un generador, con el que se pueden alcanzar sobre el papel 1.000 km.

 

La cabina abierta y el señor dentro dan una idea del espacio. El avión es grande de fuselaje, pesado (750 kilos máximo, luego cumple como VLA) y relativamente pequeño de alas (9,8 m de envergadura).


La otra parte de alucinar es el avión. Parece un renacuajo redondeado y llama la atención por lo limpio. Está fabricado en compuestos y carbono, claro. Aseguran que consiguen flujo laminar en cabina, fuselaje y alas. Éstas van muy bajas y de hecho flotan y estabilizan el avión. No lleva flotadores. En el agua los encastres quedan a remojo y el chisme está tieso, aunque en los vídeos del fabricante no se le ve realmente despegar o tomar del agua. El avión según ellos corre mucho: 240 km/h de crucero máximo, 200 km/h económico. Bastante más que un ruidoso, sediento de gasolina y lento Atol 650, que es lo que veo más parecido.

 

La espaciosa cabina en aquel entonces no ha cambiado mucho posteriormente. El piloto lleva un pedestal con instrumentos y hay espacio libre en proa para maniobrar en el agua. La cosa naranja al lado del señor del fondo es el motor eléctrico, que sólo pesa 26 kilos.

 

¿Quieren más? Lleva mandos de vuelo "fly by wire" y no lleva pedales. El mando se hace por una palanca lateral que funciona de manera convencional para elevador y alerones, y se retuerce para el mando de timón (¡!). El motor está situado delante de la cola, para conseguir el máximo de flujo "limpio" sobre el avión, sin distorsionar por la hélice. Y además se puede dar marcha atrás para maniobrar mejor... El diseño (incluido el nombre) se inspira en los Equator de Günther Pöschel, un diseño de los 70 que no tuvo éxito. 

 

La cola necesita resistencia estructural extra para aguantar el peso y los esfuerzos del motor.

 

Todo ello muy noruego: mucha tecnología, mucha pasta, mucha electricidad. ¿Podremos en breves volar en este respetuoso, verde y medioambiental "SUV del aire"? Pues... más bien creo que va a costar, en todos los sentidos. Pero nunca se sabe.

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