lunes, 23 de enero de 2017

Lynx

El Westland Lynx (Lince) es un helicóptero guerrero británico que ha estado en muchos fregaos: la guerra de las Malvinas, la del Golfo, Irlanda del Norte, la de Kosovo, Sierra Leona, la invasión de Irak, y la de Afganistán, entre las que se saben. Pero asuntos bélicos aparte, me asombra porque todavía mantiene el récord del mundo de velocidad para helicópteros convencionales, desde hace 30 años, y a unos muy impresionantes 400 km/h.

Un Lynx aterrizando en la base de la Marina de Su Majestad RN Culdrose (Reino Unido), en 1980. Por aquel entonces nuevecito. Sigue en servicio.

Bah, dirán Vds. Tampoco es para tanto. Esto es algo que han superado coches, barcos, trenes, y aviones desde hace la tira de años. Pero es que en un helicóptero es especialmente difícil. Hay varios factores a tener en cuenta, pero por poner uno que me parece especialmente jorobao, en un helicóptero que va volando hacia delante, las palas del rotor que retroceden pueden entrar en pérdida.


Arriba: estoy un poco confuso con este helicóptero. Teóricamente es el XZ720 de la Marina británica, veterano de las Malvinas y de la Guerra del Golfo, en el Museo de Yeovilton (Reino Unido) en 2010. Abajo: pero resulta que allí mismo, a la vista en la base aérea de la marina, había otro XZ720 en servicio (¡!). Fíjense en las características palas del rótor, que le dan su fenomenal velocidad y maniobrabilidad.

Esto no impidió que el demostrador civil G-LYNX se hiciera con el récord, con unas palas especiales, cuyas puntas iban a Mach 0,97 (¡!). Además el Lynx es acrobático, lo que también te deja un poco el pelo de punta.

El Lynx del récord se conserva en el Helicopter Museum de Weston-Super-Mare. Inglaterra, 2018.

El Lynx voló por primera vez en 1971. Para no ser yanqui, o ruski, y para lo mucho que cuesta, se han hecho un montón (no está claro, pero más de 400). Sigue volando en varios países, incluido claro está con los británicos, que quieren sustituirlo por una versión modernizada.

Otro Lynx de la marina británica en Fairford (Inglaterra), en el Royal Air Tattoo de 2014.

Aunque tengo en general un poco de desconfianza en los rotores, diría que sí sin dudar a que me invitaran a dar una vuelta en uno de estos chismes. No deja de ser un maquinón de 5 toneladas, más de 2.200 caballos y que vuela ágil y rapidísimo.




La marina alemana compró un total de 26 Lynx de 1981 en adelante. Tiran todo tipo de pepinos anti-barco y anti-submarino. Para ello llevan radar, un sonar sumergible y cámaras con sensores estabilizados de aumento de imagen. Que van en esa cosa tan fea del morro, pero que seguro que volando de noche en una tormenta de nieve en el Mar del Norte se agradece. Friedrichshafen, Alemania, 2017.

Un Lynx de la marina brasileña. Farnborough (Inglaterra), 2018.

Un turboeje Rolls-Royce Gem. Impresiona que un chisme tan pequeño de 1000 HP.

Westland Lynx AH1, la primera serie para el ejército británico. Vean que lleva palas de rotor normales. Museum of Army Flying. Middle Wallop, Inglaterra, 2018.

Uno de los 13 protipos WG13 que se construyeron en el Helicopter Museum.

Westland Lynx AH7.

Sólo se hizo un prototipo del Lynx 3 mejorado con motores más potentes, cola revisada y otras mejoras.  En el Helicopter Museum.

Muchos AH7 son AH1 modernizados. En un momento dado les pusieron las palas de rotor características. Imperial War Museum, Duxford. Inglaterra, 2018.

Otro AH7. Flustaellung Peter Junior. Alemania, 2019.


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