En los años 20 del siglo pasado las carreras de aviones se hicieron muy populares en Estados Unidos. Algo así como motoGP hoy. Los militares siempre ganaban, porque llevaban los últimos desarrollos en cazas y los motores más potentes. Pero esto cambió a partir de 1929.
El Air Zoo de Kalamazoo tiene una réplica del famoso Texaco 13, el 4º Mystery Ship construido. Estados Unidos, 2019.
Dos ingenieros de Travel Air, Herbert Rawdon y Walter Burnham, habían creado un nuevo avión de carreras, el Mystery Ship. Esto se lo pusieron los periodistas, porque la construcción se había llevado en secreto y cuando se llevó a las carreras el avión se ocultó en un hangar bien tapado.
Vean el carenado NACA del motor radial, el fuselaje contorneado con cabina enrasada y los carenados del tren. |
En la carrera del trofeo Thompson en Cleveland de 1929, el Mystery Ship ganó con claridad a los favoritos (Curtiss Hawk, en sus versiones del ejército y la marina) a 314 km/h. Tras la salida, el piloto Doug Davis rápidamente pasó estar en cabeza, pero cortó un pilón. Las reglas le obligaban a darle la vuelta de nuevo, con lo que el resto de aviones le pasó. A pesar de eso, recuperó y ganó.
El avión estaba hecho en tubo de acero para el fuselaje y madera para las alas. |
Los militares tomaron buena nota. El avión de Travel Air era un monoplano de ala baja con un motor radial Wright Whirlwind tuneado para dar 400 HP. Todo estaba pensado para correr: el nuevo capó NACA, las patas con enormes carenados, el fuselaje pulido con la cabina enrasada.
Sólo se hicieron 5 Mystery Ship (oficialmente eran Travel Air Type R). Pero se hicieron famosísimos. Ganaron carreras, establecieron la tira de récords y se mostraron en exhibiciones. Sobre todo, marcaron el camino para el futuro desarrollo de la aviación. La era de los biplanos se estaba acabando.
La velocidad máxima era de casi 400 km/h. |
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