sábado, 9 de marzo de 2019

Pilatus PC-24

El fabricante suizo Pilatus ha cambiado recientemente de liga para meterse en los jets privados. Su propósito es darles en el morrillo a los yanquis de Cessna (con el Citation Jet) y también a los brasileiros de Embraer (con el Phenom 300). Su propuesta es el Pilatus PC-24, que voló en 2015 y que se ha empezado a entregar a los clientes a finales de 2018.

El tercer prototipo, ya similar a los aviones de serie, delante de uno de los pabellones de la feria AERO. Friedrichshafen, Alemania, 2018.

¿Qué ofrecen los suizos? fundamentalmente, la velocidad propia de un reactor, pero además entrando en pistas cortas, incluso sin pavimentar. O si lo prefieren, poder hacer lo mismo que un turbohélice de ese tamaño (como su propio Pilatus PC-12, o como una TBM), pero mucho más rápido.

El ala tiene muy poquita flecha y grandes flaps Fowler de dos secciones, lo que le permite entrar y salir de pistas cortas. Fíjense en la puerta "normal" de pasajeros delante y el portón para carga detrás. 

A mi me convence. El inconveniente es no disponer de los 9 millones de dolores. Porque echando un simple vistazo a sus características es verdad: vuela tan rápido como la competencia (más de 800 km/h en crucero) y aquí tienen un vídeo donde despega y aterriza en una pista de tierra.

El PC-24 en el centro (blanco y azul) entre uno de sus principales competidores arriba (El Embraer Phenom 300 todo blanco) y su hermano más modesto abajo (Pilatus PC-12 negro). Vean que el Phenom tiene más flecha en las alas, pero es sólo marginalmente más rápido.

La cosa no queda ahí: es grande (caben hasta 10), las puertas de acceso son grandes, tiene una cabina de mando ultramoderna, al parecer está muy bien hecho y dicen que vuela fenomenal. Una de las características que más me impresiona es que los revestimientos de las alas están hechos fresando un bloque de aluminio enorme para conseguir una sola pieza (y por tanto nada de remaches o juntas).

El avión me parece de lo más elegante.

Luego parece que los muy ricos tienen un nuevo juguete. Que les abre, según Pilatus, muchísimos más aeropuestos del mundo: los más de 10.000 que tienen pistas asfaltadas de 900 o más metros, y los casi 20.000 más que tienen pistas de esa longitud sin asfaltar. Y aunque no es trasatlántico, puedes ir lejísimos. Pongamos un ejemplo. Te puedes ir con 8 amigotes desde Matilla de los Caños (LETC: 1.000 metros, asfaltado, cerca de Valladolid, España) a Gjögur (BIGJ: 1.000 metros, grava, al norte de Islandia), que son casi 3.000 km...

Completamente nuevo. Este PC-24 de U-haul daba un poco de envidia en Oshkosh. USA, 2019.


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