El Groppo Trail es un ultraligero biplaza orientado al despegue y aterrizaje cortos (STOL), y al vuelo en montaña y sitios agrestes. Aunque es en general parecido a otros de ese pelo, como por ejemplo el Kitfox o el Savage, tiene algunas características interesantes. Una de las que más me gusta es que las alas se pliegan (como en el Kitfox). Es completamente metálico (los otros están entelados) y eso le da un plus de robustez al exterior. Además, me parece bonito, aunque sea subjetivo.
Un Trail con gancho de remoque despega de Friedrichshafen. Vean el un poco aparatoso espejo que han puesto encima de la cabina para ver el velero remolcado. Alemania, 2018. |
Dentro de ser STOL no es extremo (toma y despegue en ciento y pocos metros), y para la potencia que tiene es razonablemente rápido (crucero de 150 - 170 km/h, dependiendo de lo exageradas que sean las ruedas que le pongas). El conjunto está bien, pero de nuevo es más o menos como otros muchos y lleva el mismo y casi universal Rotax 912. Además parece que es un poco más barato que sus alternativas, pero depende como siempre de qué le pongas.
En ese sentido la fábrica hace muchos esfuerzos para que te lleves un avión lo más personalizado posible, ofreciendo un montón de opciones. Por ejemplo, puede llevar un compartimento de equipaje adosado a la parte inferior del fuselaje, lo que puede venir bien si te vas de camping por ahí.
El Trail se puede comprar listo para volar o en kit. A su vez, el kit puede ser el tradicional 51% o el "casi listo para volar", que deja el trabajo en 400 horas, dicen. El avión está fundamentalmente pensado para la nueva legislación de 600 kilos máximo al despegue, a la que por fin se ha apuntado España.
Como siempre lo ponen bien. Buenos mandos, buenas características y buen de todo. Sin embargo, un dueño de uno de estos chismes me dijo que el avión tenía sus cosillas. No debe ser fácil de aterrizar en poco espacio, aunque imagino que con práctica la cosa mejorará. Llevando pasajero, especialmente si es pesado, el avión se vuelve bastante más crítico (el piloto va delante y el pasajero detrás, con lo que el centro de gravedad se retrasa y se hace más nervioso).
Soñar es gratis. Con un chisme de estos y sobre el papel te puedes llevar la tienda, las cervezas y otras cosillas para irte de excursión por ahí tomando por las buenas en un campo (no de aviación). En España teóricamente no. O al menos no si te están mirando. Las ruedotas y sobre todo las manitas del piloto sí que permiten meterte en un campo pequeño y malejo. Mola.
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