lunes, 28 de septiembre de 2020

Whittle

Cuando comenzó sus pruebas a principios de 1941, este avioncito regordete era uno de los mayores secretos militares de la Gran Bretaña. Era su primer caza de propulsión a chorro, y claramente se iniciaba una nueva era en aviación. 

El primer prototipo Gloster E.28/39 lleva en el Museo de la Ciencia de Londres desde 1946. El programa de pruebas duró de 1941 a 1944. Un segundo prototipo se perdió. Inglaterra, 2016.

No eran los primeros. Tanto alemanes como italianos ya habían volado otros 3 aviones a reacción. El aparato se denominaba oficialmente Gloster E.28/39, pero quizá se debería recordar como Gloster Whittle: lo realmente innovador era su nuevo turborreactor Power Jets W.1, el motor que iba a cambiar la aviación y en el que Frank Whittle llevaba trabajando desde finales de los años 20.

 

El flujo de aire se bifurcaba para pasar a ambos lados de la cabina y llegar al motor, que estaba inmediatamente detrás.

Whittle había tenido una idea realmente brillantepropulsar un avión directamente con los gases producidos por una turbina de gas. No fue el único en pensarlo, pero fue el primero en llevarlo a la práctica. En síntesis, tenía 4 elementos: 1) un compresor producía aire a alta presión, 2) unas cámaras de combustión inyectaban y quemaban combustible en el aire comprimido, 3) los gases de escape resultantes salían por una tobera, generando empuje, y 4) además estos gases impulsaban una turbina de gas, que a su vez movía el compresor. 

En el mismo museo tienen un motor Power Jets W1. Se ve la parte anterior del motor. La carcasa negra tiene en su interior el compresor centrífugo. En su exterior salen los tubos que llevan el aire comprimido a las cámaras de combusión (los 10 cilindros que rodean el motor). Los gases de escape volvían hacia delante para impulsar la turbina y salir por la tobera, ambas por detrás.

Brillante y sencillo, ¿no? Whittle patentó su idea en 1930, pero no empezó a desarrollar un motor real hasta 1935, su motor WU (Whittle Unit), en una compañía privada creada con unos colegas, llamada Power Jets. La primera versión de este motor funcionó en 1937el primer turboreactor de la historia. Una segunda versión introdujo algunos cambios, pero fue la tercera, muy mejorada, la que estableció el diseño basico.

Un motor Power Jets W2. Era esencialmente igual al W1 pero fue progresivamente refinado y con más potencia. Se llegó a probar en los dos prototipos E.28/39, pero sobre todo fue la base de los motores Rolls-Royce Welland y Derwent que llevaron los Gloster Meteor. Midland Air Museum, Inglaterra, 2018.

Ésta tenía un compresor centrífugo (la razón de su gran diámetro y de que el avión sea rechoncho), 10 cámaras de combustión agrupadas a su alrededor, una turbina simple (con 78 álabes) que se movía con los gases de escape, y una tobera que proporcionaba el empuje. Además del ingenio necesario para imaginarlo y construirlo, resultaron imprescindibles las nuevas aleaciones de aluminio y de acero más resistentes que se estaban fabricando en ese momento.

El avión en sí era de lo más convencional. El diseño era sencillo y probado para no tener sorpresas (alas rectas, perfil clásico). La especificación pedía armamento en las alas, pero nunca se instaló.

El Power Jets W.1 fue la versión "aeronáutica" del tercer WU. El Gloster E.28/39 se hizo específicamente para probar el motor W.1. Con unos muy modestos 450 kilos de empuje el avión era capaz de volar a 600 km/h. Con versiones posteriores más potentes el avión llegó a alcanzar más de 800 km/h (¡!).

El avión medía menos de 8 metros de largo, casi 9 de envergadura y pesaba 1.300 kilos vacío. El tren triciclo retráctil era muy cortito, al no llevar hélice era posible.

El éxito del programa llevó directamente a dos desarrollos importantísimos para la aviación. Uno, que los británicos introdujeron el primer caza a reacción operativo del mundo en 1944: el Gloster Meteor. Y el otro, que les pasaron a los yanquis en 1941 toda la información, más el primer motor W.1 operativo. En cuestión de meses, General Electric tenía en marcha su propia versión y Bell puso en el aire el primer reactor americano: el Airacomet. Ambas cosas lanzaron la Jet Age (la era de los aviones a reacción).

Imagínense las sensaciones de los primeros pilotos a reacción: el silbido, la ausencia de vibraciones y sobre todo la velocidad.

¿Y qué fue de Whittle y su compañía Power Jets? Pues que el desagradecido gobierno británico permitió primero y alentó después que otras grandes compañías (Rover y después Rolls-Royce) continuaran el desarrollo. Esto le costó muchos disgustos y problemas de salud. Whittle dimitió a principios de 1946 y Power Jets desapareció.

Eso sí, le nombraron Sir en 1948. Curioso para ser socialista. Y vivió una larga e interesante vida hasta 1998. Hasta llegó a pilotar un Meteor propulsado por dos de sus motores.

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