El Ryan
modelo PT-22 Recruit (Recluta) es el menos numeroso de los entrenadores que utilizaron a partir de
1941 en la Fuerza Aérea yanqui, durante
la Segunda Guerra Mundial:
"sólo" se hicieron un poco más de mil, que no es mucho en comparación
con los miles de Stearmans y de Fairchilds. Pero a diferencia de ellos, el Ryan
era más exigente, y de
hecho no tiene muy
buena reputación.
El Recruit es bonito, redondo, antiguo y lo parece: motor radial,
cabinas abiertas, superficies de vuelo arriostradas. La Ferté Alais, Francia, 2014.
|
Esto a lo mejor es un poco injusto. El avión deriva de una serie
de aviones de turismo, los Ryan ST
(Sport Trainer), diseñados por Mr. Ryan. Las avionetas originales tenían
una mezcla de técnicas de construcción y de materiales (acero, aluminio,
madera, tela). Eran muy ligeras y volaban fenomenal.
Los militares vieron potencial
para un entrenador primario (PT = Primary Trainer), especificaron un motor más
grande y pesado, refuerzos en la estructura, tren más ancho y fuerte sin
carenados, y en general todo pensado para un uso exigente y duro. Esto acabó con la "dulzura" de vuelo
de sus predecesores, pero probablemente también hizo mejores pilotos.
En el Centro Udvar-Hazy del Museo del Aire y del Espacio de Washington
tienen un PT-22 colgado del techo. El fuselaje en metal natural y las
superficies en amarillo vivo molan. Estados Unidos, 2015.
|
Quedan muchos en vuelo y son
apreciados por los coleccionistas,
aunque valen una pasta. Entre los
afortunados, el actor Harrison Ford.
Desgraciadamente al motor de su PT-22 le dio por pararse nada más despegar. Hizo un aterrizaje forzoso en un campo
de golf, y no salió muy bien parado. No
fue culpa suya, sino de los riesgos que conlleva mantener volando un avión
de setenta y pico años. Riesgos que no me importaría correr, por otra parte.
No estaba pensado para batir récords de velocidad: 160 km/h en crucero
y 200 km/h máxima.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario