Este pequeño avioncito monoplaza es significativo para la construcción amateur de aviones yanqui. No por el avión en sí, que me parece por otro lado de lo más elegante, clásico y bonito, sino en la lucha por conseguir derechos – en este caso de poder diseñar / construir tus propios aviones. En él, un señor llamado George Bogardus (y de ahí lo de Little Gee Bee, que es por sus iniciales y nada que ver con los monstruos de carreras de los hermanos Granville) se fue volando desde Oregon a Washington (¡!), y vuelta, claro, en 1947, 1949 y 1951. Eso son al menos 4.500 km X 2 = 9.000 km cada viaje (¡!), y hay una buena cantidad de Montañas Rocosas que cruzar, con un avión que lleva un motor de 65 HP y que volaba a unos 150+ km/h. Todavía hoy es un peazo de vuelo.
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El Little Gee Bee, o en suma el Longster de ala baja de 1935, no sólo es bonito, sencillo y eficiente. Marca el inicio de algo para mi significativo: me hago un avión para divertirme. El avión fue una clara fuente de inspiración de diseños posteriores como el Fly Baby. Museo Nacional del Aire y del Espacio, Washington, Centro Udvar Hazy, USA, 2019. |
Las autoridades del gobierno pensaban que una vez terminada la guerra y con la masiva vuelta de pilotos, los que siguieran volando debían hacerlo en aviones industriales y certificados. Que eso de hacerte tu propio avión era muy peligroso. En la práctica básicamente pensaban prohibirlo. Bogardus contactó con ellos en 1946 para defender el derecho a hacerte tu propio avión, que ya existía en Oregon antes de la guerra. Le invitaron a que fuera a defender su postura, cosa que hizo inicialmente viajando en coche (¡!). Para hacerlo recibió ayuda de muchos miembros de la asociación que había creado en 1930, la American Airmen´s Association (AAA, una predecesora de la Experimental Aircraft Association).
La agencia gubernamental dijo que bien, pero que había una serie de requisitos que cumplir (fundamentalmente que un inspector oficial supervisara la construcción). Bogardus siguió defendiendo los derechos de los constructores amateur y probó en la práctica con su Little Gee Bee que un avión así era perfectamente capaz de volar de manera segura y viable.
El avión por otra parte ni lo había construido ni diseñado él (¡!). Se debe a un amiguete suyo con el que había fundado la AAA: Leslie Long, al que los yanquis consideran el padre de la construcción amateur. Long hizo varios diseños de aviones llamados “Longster”, desde principios de los 30, además de hélices y motores aeronáuticos basadas en los cilindros de las motos Harley – Davidson. Aunque los hacía para él, hizo disponibles los planos y se construyeron unos poquitos, no se sabe muy bien cuantos, puede que una docena. Little Gee Bee era inicialmente un Longster de ala baja modificado que construyó un Sr. llamado Tomas Story sobre 1938-1940. Bogardus lo compró en 1945, y en 1947 le puso un motor y un depósito más grandes para hacer los viajes a Washington.
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